Alba Redondo también arrasa fuera del campo
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En paralelo a la parte deportiva, Redondo ha triunfado también en las redes sociales
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Logra el mayor aumento en número de seguidores y seguidoras, en sus cuentas personales
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En la pasada Copa del Mundo, tras Salma Paralluelo, fue la segunda de las 23 convocadas que más repercusión tuvo
El pasado miércoles, la jugadora del Levante UD, Alba Redondo, se proclamaba campeona de la primera edición de la UEFA Nations League. Lo hacía al derrotar a Francia, en el estadio de La Cartuja de Sevilla, por dos goles a cero. Una delantera internacional, que de esta manera, continuaba ampliando su palmarés con un nuevo triunfo con el equipo nacional de fútbol, después de haber logrado, hace apenas unos meses, el título de campeona del Mundo.
Pero el éxito de Alba no es sólo futbolístico. En paralelo a la parte deportiva, Redondo ha triunfado también en las redes sociales, ya que ha sido la jugadora que ha conseguido un mayor aumento en número de seguidores y seguidoras, en sus cuentas personales en las diferentes plataformas en las que tiene perfil.
Si en la pasada Copa del Mundo, tras Salma Paralluelo, fue la segunda de las 23 convocadas que más repercusión tuvo en esta faceta, en esta ocasión, tanto desde el anuncio de su convocatoria, su participación en el encuentro de semifinales y el posterior título continental, el crecimiento en nuevos seguidores y en tráfico, ha sido el mayor entre todas las convocadas para esta doble cita en la capital hispalense.
Más de 1000 nuevas personas que han podido vivir, mediante sus publicaciones, como ha sido el camino hacia una nueva victoria de la selección femenina. Unos dígitos que siguen aumentando, ya cerrada esta cita y que corroboran su posicionamiento como imagen del fútbol español, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Ahora, la albaceteña se centrará en llevar a su equipo a lo más alto posible en la clasificación de la Liga y llegar de la mejor forma posible a los Juegos Olímpicos, donde espera ser una de las jugadoras convocadas por Montse Tomé.
