El Levante quiere prolongar en Valladolid el subidón del Elche para creer en el ascenso

En nada se quedaría la mágica remontada en el Ciutat ante el Elche si el Levante vuelve de vacío de su visita a Valladolid, ante otro rival directo y con cuatro puntos más en la clasificación. Hasta el empate sería insuficiente porque apenas hay margen de error. Está prohibido dar más pasos en falsos y no prolongar el subidón que supuso pasar de un 0-2 en contral al 3-2 definitivo y generar un éxtasis absoluto en una afición que ha vuelto a ilusionarse con volver a ser de Primera. 

Tanto en la actual temporada como en la pasada, el Levante ha afrontado muchos momentos señalados, muchas oportunidades clave para dar el estirón, pero se ha quedado a medias. El vestuario necesita seguir esprintando para acercarse aún más al play-off de ascenso. Hay tiempo para todo, sin hacer más cuentas que las del duelo inminente. Es evidente que salir con un triunfo fuera de casa, después de once desplazamientos sin conseguirlo, reforzaría la candidatura a soñar en grande. Orriols elige creer.

Esta nueva final llega cuatro días después de una Junta General de Accionistas en la que apenas se habló de la vertiente deportiva. José Danvila hizo un ejercicio de humanización, de aperturismo y focalizó su discurso en alcanzar el equilibrio financiero, de momento frenando la hemorragia con la inversión de 23 millones, la renegociación de la deuda, el plan de choque y una hoja de ruta de desarrollo y márketing para proyectar marca, aumentar el valor, sumar más compañeros de viaje y generar ingresos. Sin duda que, paralelamente al trabajo de despachos, esa búsqueda de la estabilidad necesaria estaría más cerca si la pelotita siguiera entrando.

El punto de inflexión contra el Elche

Del voto de confianza al nuevo CEO, ahora los focos apuntarán más todavía a un equipo que ambiciona y está preparado para demostrar que la épica reacción contra el Elche no fue casualidad; que fue ese punto de inflexión necesario para seguir creciendo y entrar de lleno en la quiniela por el ascenso. En esta carrera de 11 equipos que se ha convertido LaLiga Hypermotion, hay que ir paso a paso y emular a esas escuadras que han irrumpido desde atrás, con inercia ganadora, en el momento en el que se decide todo, y han acabado en el Top 3.

Será el sexto partido de la segunda etapa de Felipe Miñambres como primer entrenador. El último alegrón demostró que todo lo que pueda conseguir el equipo será desde la valentía y no desde el miedo. Pero no hay que pasar por alto que hasta el chispazo del gol de penalti de Dela, el repaso futbolístico del Elche fue mayúsculo, provocando un ejercicio autocrítico muy profundo en el vestuario porque no todos los partidos van a estar envueltos de tanto desenfreno y la moneda caerá del lado deseado.

El propósito es que el impacto emocional del último triunfo tenga continuidad en Pucela ante un Real Valladolid que es un ciclón en el José Zorrilla, sobre todo en 2024 tras vencer a tres rivales directos (Racing de Santander, Oviedo y más recientemente al Eibar) y al Real Zaragoza, y solamente cedió un 0-0 ante un Albacete que ya no dirige Rubén Albés.

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— Levante UD (@LevanteUD) March 29, 2024

La enfermería se llena y hay seis ausencias

El Levante intentará seguir creciendo sin Carlos Álvarez, con una lesión muscular en el recto femoral de la pierna derecha que ya le dejó fuera de lista contra el Elche, Dani Gómez, por un proceso febril, Postigo, en la enfermería por molestias musculares, ni Óscar Clemente, con un esguince de tobillo. Kochorashvili, héroe nacional tras su flamante clasificación para la Eurocopa con Georgia, y el jovencísimo Buba, en su caso después de lograr el billete para la fase final del Europeo con la Sub-17, también se han quedado en Valencia. La apuesta se parecerá a la de la reacción frente al Elche más que al plan inicial, cimentado en la jerarquía de Dela y Maras, en el liderazgo de Pablo Martínez, en el corazón de Brugué y en la imprevisibilidad de Fabrício.