Las deudas pueden llevar al Elche a Segunda B

La deuda que mantiene el Elche con los jugadores de su plantilla, a los que les adeuda varias mensualidades, es la nueva amenaza a la que se enfrenta la entidad en el próximo mes y medio, ya que no de no cumplir con los pagos podría verse abocado a un nuevo descenso, en esta ocasión a Segunda División B.

El equipo ilicitano fue descendido el pasado viernes a Segunda División por el Juez Único de lo Social de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) como consecuencia de las irregularidades financieras detectadas en la gestión del club.
El club, que no podrá hacer uso del seguro por el descenso, deberá afrontar el pago de unos seis millones de euros antes del 31 de julio para evitar una nueva caída de categoría.
La entidad debe a sus futbolistas las mensualidades de marzo, abril, mayo y, probablemente, junio, por lo que todos los jugadores con contrato en vigor, según la normativa, pueden quedar libres el próximo día 30 si acumulan tres meses de impagos y denuncian sus contratos.
Al Elche, por lo tanto, se le agota la posibilidad de recaudar dinero como consecuencia de un traspaso ya que, si no cumple con las deudas, sus jugadores abandonarán la entidad con la carta de libertad.
Nada más conocerse la resolución judicial, la Asociación de Futbolistas Profesionales (AFE), cuyos dirigentes ya habían mantenido contacto con los jugadores del Elche, convocó una reunión con la plantilla para la próxima semana en la que estudiarán las medidas tomadas por la LFP y las acciones que los futbolistas pueden realizar.
El actual consejo de administración, presidido por Juan Anguix, tenía como objetivo recaudar el dinero para saldar la deuda con los jugadores con la venta de los abonos de la próxima temporada y a través de la venta de acciones en el proceso de ampliación de capital recientemente iniciado, aunque tras el impacto anímico provocado por el descenso la respuesta de la afición ilicitana es ahora una incógnita.
Paralelamente a estas gestiones para ingresar dinero, el club ilicitano mantiene abierto el frente legal para intentar revocar su descenso administrativo, a la vez que ha reclamado la ayuda de los empresarios de la ciudad para poder pagar en metálico la deuda con Hacienda de 3,5 millones de euros.
El presidente del Elche ha reconocido en los últimos días que un Elche en Segunda "no es viable", aunque sigue manteniendo la confianza de que al final la Justicia deportiva o la ordinaria acabarán por devolver al equipo a Primera.