Una semana espléndida cambia el ánimo del Athletic para al derbi más europeo

Ramón OrosaBilbao, 12 dic .- Una semana espléndida, en Liga y en Europa, ha cambiado el ánimo del Athletic Club de cara al derbi de este sábado en San Mamés ante la Real Sociedad, el más clásico de los derbis vascos y en esta ocasión también el más europeo al estar los dos equipos todavía vivos en competición continental.
Tras caer hace dos semanas en Copa del Rey estrepitosamente frente al Formentera, de Segunda B, estando también en situación muy delicada en la Liga y en la Liga Europa, los de Cuco Ziganda han sido capaces de reaccionar para verse más holgados en el torneo de la regularidad e ilusionarse de nuevo enormemente con la Liga Europa de cara a 2018.
Un examen de conciencia de la plantilla tras el fracaso copero, plasmado con un gol del Formentera en la última jugada del partido, sin opción ya a respuesta, el Athletic comenzó su rehabilitación compitiendo con dignidad frente al campeón Real Madrid en San Mamés.
No fue uno de los mejores partidos de los leones contra los blancos, pero sí lo suficientemente bueno como para arrancar un empate, aunque fuese sin goles. Lo pasó mal el conjunto vasco en la segunda mitad, pero la expulsión de Sergio Ramos le dio aire en unos últimos minutos a los que había llegado ya bastante agobiado.
Cinco días después se la jugaba el Athletic, y Ziganda buena parte del escaso crédito que le quedaba, en Ucrania. Y respondió como suele en los momentos límite.
Después de una primera mitad para olvidar, los rojiblancos dieron un golpe sobre la mesa en la segunda a lomos de Aduriz y Raúl García para plantarse en los dieciseisavos de final. Lo hicieron, además, como campeones de grupo, lo que les otorgaba de antemano la ventaja de jugar la vuelta en casa de esa primera eliminatoria de la fase final de la competición.
No quedó descontento el Athletic del sorteo europeo para esa ronda, ya que medirse en febrero a un Spartak de Moscú en pleno parón invernal y con el comodín de decidir el duelo en San Mamés no es poca ventaja, a priori.
Aunque previamente a ese sorteo -en el que también entró la Real, que vivirá un duelo de perfil similar ante el Salzburgo, pero con la vuelta en Austria-, el equipo bilbaíno redondeó la semana con un triunfo en Valencia ante el Levante que le revitalizó en Liga.
Encaró ese encuentro en Orriols el Athletic a dos puntos del descenso y marcando la línea de la permanencia; y salió de él decimocuarto en la tabla y más cerca de unos puestos europeos que le quedan a cuatro puntos que de un descenso que tiene ya a cinco.
Además, tiene la posibilidad de superar el sábado a la Real si se impone a los 'txuri urdin' en La Catedral.
Entre las razones de la mejoría bilbaína la más clara es que cuenta con un jugador excepcional: Aritz Aduriz. El ariete internacional, a pesar de sus cerca de 37 años, sigue a lo suyo y alcanza ya los 14 goles en lo que va de curso. Todos muy valiosos.
Los dos últimos los que abrieron el camino en el Arena Lviv ante el Zorya Luhansk y en el Ciutat de Valencia, éste de penalti. En Ucrania dejó también para el recuerdo una cabalgada desde campo propio inaudita en un jugador de su edad y que no acabó en gol antológico por la gran parada del meta Lunin.
Esa acción, todavía con 0-0, asustó al Zorya, envalentonó al Athletic y la Liga Europa sigue siendo un sueño rojiblanco. Y casi una obsesión para Aduriz, proclamado por la UEFA el mejor jugador de la Fase de Grupos.
Junto al delantero donostiarra, que sigue fortaleciendo su candidatura al Mundial de Rusia, es de destacar en este último tramo competitivo la aportación de tres futbolistas que, por diferentes razones, no habían entrado en el once titular: Mikel Rico, Markel Susaeta y Oscar de Marcos.
Con cualquiera de ellos sobre el terreno de juego, y más con los tres juntos, su equipo tiene un empuje y un brío de los que careció a principios de curso y que lo han levantado en las últimas semanas.
La aportación de los porteros, Kepa en Liga y Iago en Europa, el asentamiento de los centrales, Unai Núñez, Laporte y hasta Etxeita cuando ha jugado, y la paulatina mejoría de Raúl García también tienen que ver en la espléndida semana que le ha cambiado la cara al Athletic. Que ya mira al derbi y hasta a 2018 de otra manera.