1-2, min. 68: Baena.
1-3, min. 80: Arnau Martínez.
Tenerife y Girona se citan con la historia
El estadio Heliodoro Rodríguez López acogerá este domingo la vuelta de la final entre el CD Tenerife y el Girona FC, de la que uno de los dos equipos saldrá con una plaza en la LaLiga Santander la próxima temporada.
Tras la igualada sin goles de la ida de hace una semana en Montilivi, ganará la eliminatoria el equipo que consiga meter un gol más este domingo y, en caso de empate tras la prórroga, ascenderían los tinerfeños por haber quedado mejor clasificados en la fase regular.
El estadio chicharrero registrará un lleno absoluto, con más de 22.000 espectadores en las gradas, en un partido que ha despertado gran expectación en la isla ante la posibilidad de que el CD Tenerife regrese a Primera doce años después de su último descenso.
Será la segunda final por el ascenso que disputen los insulares con el actual sistema de competición, después de haberse quedado en 2017 a un gol de la máxima categoría en la eliminatoria frente al Getafe.
Con la premisa de mantener la solidez defensiva que le ha caracterizado toda la temporada, desde el plantel de Luis Miguel Ramis han manifestado durante la semana su intención de mejorar las prestaciones ofensivas de la ida para generar más problemas al Girona.
El técnico blanquiazul no ha ofrecido pistas sobre el once inicial que pondrá en liza, aunque la previsión es que el equipo se parezca mucho al que ha disputado los tres partidos de la promoción.
Recupera para este partido a Sipcic, tras los compromisos con la selección de Montenegro, por lo que las únicas bajas confirmadas son las de Javi Alonso y Pablo Larrea.
Para ascender, el Girona necesita ganar y marcar. En la ida, el sábado pasado en Montilivi, fue muy superior, pero también fue muy ineficaz, no encontró la manera de batir a Juan Soriano. Hizo 16 remates por tres del Tenerife y lanzó ocho córners, seis más que su rival.
El equipo de Míchel Sánchez no lo tendrá fácil, porque el Tenerife ha sido la segunda mejor defensa de la liga regular (37) y solo ha recibido un gol en tres partidos de play-off y porque no ha ganado ninguno de los tres duelos de este curso ante los canarios, con dos derrotas y un empate.
Pero Montilivi es optimista: el Girona tampoco había ganado al Eibar en la Liga y lo consiguió cuando más lo necesitaba. La ciudad quiere redimirse de las dos finales de promoción perdidas en las dos últimas temporadas y regresar a Primera tres cursos después, enterrando las desilusiones recientes.
El Girona, es, de hecho, el equipo que ha jugado más finales de ascenso, 5 de 12, y el único que ha perdido más de una (4): cayó ante el Almería en 2013, ante Osasuna en 2016, ante el Elche en 2020 y ante el Rayo Vallecano hace un año. Quiere subir tras ser sexto en la liga regular, tal como hicieron el Elche y el Rayo precisamente en Montilivi.
Míchel podría repetir el once que utilizó en la ida, aunque también tiene la opción de salir de inicio con Nahuel Bustos en punta y reservar a Stuani para el segundo acto, como hizo en Eibar. También puede sacrificar un central y dibujar un 4-2-3-1, dando entrada a Samu Sáiz para atacar con más hombres.
El entrenador madrileño, que buscará su tercer ascenso a Primera tras subir con el Rayo y el Huesca, tiene las bajas seguras de Ibrahima Kébé y Darío Sarmiento y la seria duda de Borja García, de quien Míchel dijo que es "muy difícil que juegue".
Estadio: Heliodoro Rodríguez López. Vuelta de la final por el ascenso a Primera División.