Gurrutxaga, la salud mental y su difícil etapa en la Real Sociedad: "Me arruinó la vida"
Entre finales de los años 90 y principios del siglo XXI comenzó a emerger una gran figura desde los escalafones inferiores de la Real Sociedad. Zuhaitz Gurrutxaga llegó al primer equipo y hasta cosechó grandes éxitos con la selección española sub 16 y sub 17. Pero el fútbol comenzó a hacer mella en su salud mental. La presión y la exigencia derivaron en una ansiedad incontrolable y, tras detectar que sufría trastorno obsesivo compulsivo, tuvo que frenar para ponerle solución. Actualmente, a través de monólogos y de un libro que vio la luz hace un tiempo, trata de ayudar a todo aquel deportista que pase por una situación similar.
Como él mismo dice durante una entrevista en ElDiario.es, el fútbol y su sueño de jugar en la Real Sociedad le arruinaron la vida. Llegar a la cúspide supuso un varapalo enorme para su salud mental hasta que consiguió ponerle solución. Los terrenos de juego ya forman parte de su pasado, pero Gurrutxaga no olvida todo lo vivido enfocado a ayudar a todo aquel que lo necesite.
Debutar con la Real Sociedad en LALIGA EA Sports fue el detonante de su problema. "Era un chico más o menos con una vida normal, con una salud mental estable, pero cuando con 19 años debuto en Primera división y cumplo mi sueño, de repente me cambia la vida de un día para otro. Cumplir ese sueño me arruinó la vida porque no fui capaz de gestionar aquella presión o responsabilidad que yo mismo sentía sobre mis hombros", explica durante su entrevista.
Con el paso de los años encontró acomodo en equipos de inferior categoría donde la exigencia no era la misma y fue ahí donde encontró ese necesario equilibrio para su salud. "Cuando un futbolista tiene un problema físico como un esguince en el tobillo, lo esperamos hasta que se recupere. Deberíamos esperar también a un jugador que tenga un esguince mental. Hay que normalizarlo".