El 11 de marzo de 2004 quedó grabado en la memoria de España como uno de los días más tristes de nuestra historia. Aquel 11-M, aquella mañana de jueves, todo el país quedó paralizado por el terror de los atentados terroristas que sacudieron la red de Cercanías de Madrid y los que murieron 193 personas y hubo alrededor de 2.000 heridos.
A pesar de que varios clubes de fútbol y jugadores se manifestaron públicamente a favor de suspender la jornada liguera, la competición no cerró los estadios y la jornada de LaLiga se disputó en un clima de miedo, rabia y solidaridad con las víctimas.
La jornada de la Primera División abrió con un Real Madrid-Zaragoza en el Estadio Santiago Bernabéu, a algo más de cinco kilómetros de donde uno de los escenarios de los atentados.
El estadio madridista vivió uno de los minutos de silencio más emocionales de su historia. En la grada se vivía un ambiente frío y triste, hasta tal punto que los presentes pudieron escuchar con nitidez el golpeo del balón.
El otro equipo madrileño de LALIGA en aquella temporada, el Atlético de Madrid, visitó Anoeta el mismo sábado 13 de marzo. Los jugadores colchoneros y txuri-urdines se sumaron a las muestras de pesar. Además de lucir crespones negros en sus camisetas, rindieron homenaje a la bandera madrileña.
Todos los futbolistas se juntaron en el centro del campo donde dos niños, uno de blanquiazul y otro de rojiblanco, portaban una insignia de la Comunidad de Madrid.
Sin salir de la capital, ese mismo fin de semana se disputó un derbi madrileño en Segunda División. El Rayo Vallecano recibía en su estadio al Leganés. Los jugadores se fundieron en un cálido abrazo antes del comienzo del partido. En la grada, se mostraron varias pancartas con motivo de los recientes atentados. "No estamos todos, faltan 200" u "odio eterno a los culpables", fueron algunos de los mensajes que transmitían pocos días después del 11M.
No solo los equipos madrileños homenajearon a las víctimas del 11M. El Sevilla FC, en su viaje a Valladolid, paró en la capital de España para mostrar su respeto. El equipo visitó la estación de Atocha para dejar un ramo de flores y cada jugador una vela roja.
En el partido que enfrentó al Levante contra el Valladolid, se guardó un minuto de silencio por las víctimas. Los jugadores, con brazaletes negros, vistieron una camiseta negra con el mensaje "BASTA YA".
En todos los campos de España se vivieron sentimentales minutos de silencio acompañados de pancartas en contra de la situación que atravesaba el país.
Antes de la jornada liguera, varios equipos tuvieron que jugar el mismo 11 de marzo. Ese jueves, Barcelona, Mallorca, Valencia y Villarreal se vieron obligados a disputar la ida de octavos de final la Copa de la UEFA.