
2-0, m. 18: Muniain.

El Athletic despide a Munian y a Raúl García de San Mamés ante la incomparecencia del Sevilla
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Muniain y Raúl García anotaron en apenas dos minutos
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El Sevilla volvió a firmar otro mediocre encuentro
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Una afición ejemplar para un jugador ejemplar: San Mamés 'despide' en pie a Jesús Navas
El Athletic Club consiguió una nueva victoria este domingo en San Mamés (2-0), que sirvió para despedir a dos leyendas como Raúl García y Muniain, ante un Sevilla que ni siquiera compareció en el estadio vasco. La ovación a Jesús Navas, lo más destacado para el equipo de Quique Sánchez Flores.
Se respiraba diferente en San Mamés. Tras una temporada llena de alegrías, éxitos y celebración para el Athletic, y un curso lleno de capítulos surrealistas, sufrimiento y derrotas para el Sevilla, ambos equipos llegaban a la penúltima cita liguera sin prácticamente nada en juego. Y se notó.
Los de Valverde, eso sí, querían despedir con honores de su casa a Raúl García y a Muniain, algo que fue mucho más fácil ante la incomparecencia, generalizada, de un Sevilla que no levanta cabeza.
El Athletic resuelve en dos minutos
Fue así, con los citados ingredientes, como arrancó la cita en San Mamés. El Sevilla, de manera muy tímida, intentaba amenazar al Athletic, pero este equipo forjado por Valverde no se arruga a las primeras de cambio. Y menos si atacas en chanclas.
El conjunto vasco aprovechó dos minutos (17' y 18') para, ante la pésima defensa del Sevilla, regalarle una última celebración a Raúl García, primero, y a Iker Muniain, después, ante su público.
De ahí al descanso, más descontrol sevillista y un gesto que demuestra la grandeza de la afición del Athletic: Jesús Navas, sustituido por lesión, se fue con el estadio en pie.

El descanso no cambia la dinámica
El paso por vestuarios no cambió la historia. El Sevilla continuó sin competir, el Athletic buscó algún tanto más y solo Nyland, que continúa siendo uno de los mejores de su equipo, lo evitó.
La lluvia y las lágrimas de Muniain, que se marchó con una increíble ovación, bañaron una tarde que, posiblemente, no pasará a la historia del fútbol español. Hasta aquí llegó el curso en San Mamés.