El Real Madrid sigue la estela del FC Barcelona después de superar al Getafe con un solitario gol de Arda Güler. El turco aprovechó los minutos y demostró que el conjunto blanco no puede deshacerse de él. El mediocentro fue el mejor del equipo blanco en el Coliseum en la jornada 33 de LALIGA EA Sports.
Una clase magistral de 45 minutos de Arda Güler y dos paradones en el tiempo añadido de Thibaut Courtois bastaron al Real Madrid para seguir la estela del Barcelona, a cuatro puntos de distancia gracias a una primera parte excepcional del centrocampista turco, autor del gol con el que el conjunto blanco se mantiene en la pelea por LaLiga EA Sports tras superar 0-1 al Getafe.
Güler aprovechó la oportunidad que le brindó Ancelotti. Entre todas las piezas nuevas que aparecieron en el Real Madrid entre una rotación masiva del técnico italiano, el mago otomano sacó el tarro de las esencias para marcar la diferencia. Firmó un acto inicial sublime que coronó con un golazo y, aunque se diluyó en la segunda parte, fue la clave para la supervivencia blanca.
Ancelotti dio galones al turco, encargado de organizar el juego del Real Madrid. Todos los balones pasaron por su botas. Su posición de mediocentro, en ocasiones de ancla entre la defensa y el centro del campo, fue un éxito total. El turco no decepcionó y se marcó una primera parte para enmarcar.
Eso sí, el Real Madrid pecó de cierta indolencia en los primeros instantes del choque, en los que Milla, a los dos minutos, pudo marcar con una llegada en segunda línea que salvó Courtois con una buena estirada; también se apuntó una ocasión Mayoral, titular después de siete jornadas en el banquillo, pero no aprovechó un centro de Juan Iglesias medido a su cabeza: lo remató mal, fuera de la portería de Courtois cuando estaba solo ante el belga.
Ese irregular primer cuarto de hora del Real Madrid pasó pronto al olvido en cuanto Güler se puso a los mandos. Hasta el final del acto inicial sólo se habló el idioma del turco, que manejó a su antojo el juego para terminar avasallando al Getafe.
Él mismo se encargó de abrir el marcador con un gran disparo desde fuera del área, pero con su fútbol de quilates también fue el culpable de las ocasiones que desperdiciaron Fran García y Endrick. El primero se encontró con Soria y el segundo con Djené, que salvó bajo los palos un mano a mano ante el portero del Getafe.
En la segunda mitad, a Ancelotti se le ocurrió la idea de sacar a Camavinga, retrasar a Tchouaméni y adelantar a Güler. Y, todo lo que funcionaba como un reloj, empezó a tener grietas, aunque Endrick pudo sentenciar con un mano a mano ante Soria en el que demostró un egoísmo tremendo: con Güler a su lado para empujar la pelota, decidió intentar una vaselina que adivinó Soria.
El 0-2 habría acabado con el Getafe, que con la mala decisión de Endrick se mantuvo con vida. Sin Camavinga, lesionado al final, con diez jugadores al final sin cambios para el francés, el Getafe rozó el gol con dos intentos de Juanmi y Álvaro que se encontraron con dos paradones salvadores de Courtois. El Getafe no aprovechó sus opciones, el Real Madrid aguantó y gracias a una primera parte excelsa de Güler y a su portero, sigue vivo en una temporada por la que camina sobre un alambre que aún no se ha roto.