Elche 1 - 1 Real Sociedad: Oyarzabal y Remiro imponen su ley y salvan un punto para la Real
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El penalti a Umar Sadiq repartió puntos en el Martínez Valero
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Gonçalo Guedes pierde los papeles en el banquillo y lanza una botella tras ser sustituido ante el Elche
El Martínez Valero volvió a vibrar con un partido de los que hacen afición. Elche y Real Sociedad ofrecieron un espectáculo vibrante, repleto de ocasiones, polémicas y emoción hasta el último suspiro. El conjunto ilicitano acarició la victoria, pero la Real tiró de orgullo y talento para rescatar un punto en el tramo final gracias al gol de Mikel Oyarzabal, que transformó un penalti en el minuto 87 para dejar el marcador en 1-1.
El Elche golpea primero con Álvaro
El encuentro comenzó con una Real Sociedad valiente, buscando el control del balón y la verticalidad de Kubo y Oyarzabal. Sin embargo, el Elche pronto respondió con llegadas peligrosas. Rafa Mir avisó con un remate ajustado y Mendoza estrelló el balón en el poste, mientras Dituro se erigía en protagonista con varias intervenciones de mérito ante Kubo y Brais. El ritmo no decayó en ningún momento y ambos equipos pudieron adelantarse antes del descanso, aunque el 0-0 reflejaba la falta de acierto.
En la reanudación, el conjunto franjiverde encontró el premio a su insistencia. En el minuto 57, una gran jugada colectiva acabó con un centro de Josan que Álvaro Rodríguez controló y definió con potencia para poner el 1-0. El gol encendió al público del Martínez Valero y dejó tocada a la Real, que además vivió un momento polémico cuando Guedes, tras ser sustituido, lanzó una botella hacia el banquillo en un gesto desafortunado.
Oyarzabal rescata un punto para la Real
La Real apretó en los últimos minutos, empujada por el talento de sus jóvenes y la fe de su capitán. Dituro volvió a salvar al Elche con un paradón a bocajarro ante Sadiq, pero el meta argentino nada pudo hacer en el penalti del minuto 87. Affengruber derribó al delantero nigeriano y Oyarzabal no perdonó desde los once metros, colocando el 1-1 con serenidad y precisión.
El partido terminó con tensión y preocupación por una brecha en la cabeza de Aramburu, que obligó a detener el juego durante varios minutos. Ya en el añadido, Remiro despejó el último intento del Elche y selló un empate que, aunque deja al Elche con sabor amargo, reafirma el carácter competitivo de la Real.