Alemão hace soñar al Real Oviedo y alarga el sufrimiento del Real Zaragoza
El Real Zaragoza se citaba en el Carlos Tartiere para medirse a una de las sensaciones de la presente temporada, el Real Oviedo. Ataviado con la indumentaria cachirulo, el cuadro aragonés buscaba sellar casi de manera definitiva la permanencia, mientras que el conjunto carbayón ansiaba lograr los 3 puntos con el ánimo de mantenerse muy vivo en la lucha por un puesto entre los seis primeros.
Ambos conjuntos comenzaron el encuentro con un alto grado de intensidad. Avisó primero el Real Zaragoza, pero Liso llegó muy justo y envió el esférico arriba. Respondió de manera inmediata el Real Oviedo por medio de Dani Calvo, pero Cristian desbarató de manera casi milagrosa una jugada que estaba invalidada por fuera de juego. El intercambio de golpes se mantuvo en los primeros compases del encuentro, pero la presencia de ambos guardametas se hizo notar sobre el verde del Tartiere.
A pesar del empeño que ambos conjuntos ponían sobre el verde, ninguno lograba hacerse con el control del partido. El Real Oviedo trataba de proponer y de tener presencia en campo rival, pero se topó no solo con Cristian, que desvió con seguridad un disparo de Paulino, sino con toda la zaga zaragocista, la cual estaba muy bien plantada en el campo. El cronómetro corría mientras el Real Zaragoza y el Real Oviedo se miraban de tú a tú e intercambiaban tímidas llegadas, pero sin demasiado peligro.
El Real Zaragoza entró en un bucle de saques de esquina a su favor del que no logró sacar ningún rédito. No obstante, a partir de ese momento, el conjunto dirigido por Víctor Fernández se estiró y creció ante la amenaza constante del Real Oviedo, que monopolizó el recurso de los centros laterales y trató de superar al Real Zaragoza mediante veloces contraataques. Sin embargo, el luminoso no se movió y el encuentro llegó a su ecuador cuando mejor situado estaba el Real Zaragoza.
La intensidad, el ritmo y los continuos parones por faltas también se dejaron notar en el inicio de la segunda mitad, así como también lo hizo la igualdad máxima en el marcador y sobre el césped. Sin embargo, el paso de los minutos acabó por entregar la batuta del partido a un Real Oviedo que reaccionó y se instaló en campo de su rival con el ánimo de ir a por el partido.
Al llegar a la hora de partido -y tras encadenar ambos equipos varias llegadas con peligro-, ambos técnicos agitaron el banquillo e insuflaron oxígeno a sus respectivos equipos mediante 4 permutas en total: Sebas Moyano y Dubasin por parte del Real Oviedo y Germán Valera y el ex oviedista Sergi Enrich por parte del Real Zaragoza. Conforme corrían los minutos la batuta fue pasando a los dominios del Real Zaragoza, que comenzó a tener más presencia en el terreno perteneciente al Real Oviedo. Las fuerzas se equilibraron poco después y la balanza comenzó a decantarse por el cuadro asturiano después de que Toni Moya viese la cartulina roja en el minuto 73 del encuentro.
El centrocampista vio dos tarjetas amarillas consecutivas: la primera por una falta y la segunda por protestar dicha acción. A partir de ese momento, el Real Oviedo se estiró y se alojó en campo de un Real Zaragoza que trataba de defenderse con uñas y dientes. El conjunto carbayón las tuvo prácticamente de todos los colores hasta que finalmente consiguió abrir la lata. Alemão controló un centro lateral, se acomodó y batió a Cristian Álvarez con un fuerte disparo a media altura, el cual fue definitorio. De esta manera, el Real Oviedo se zambulle entre los seis primeros, mientras que el Real Zaragoza alarga el sufrimiento una semana más.