

Real Zaragoza 0-1 Córdoba: nueva derrota con un final de alta tensión

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Gol en propia puerta de Saidu
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El Real Zaragoza ha caído este domingo frente al Córdoba en casa. Ante su afición, el cuadro blanquillo no pudo dejar los tres puntos en el Ibercaja Estadio, ni tampoco uno, ya que cedido con el tanto de Saidu en propia puerta. Como un espejismo queda ahora la victoria ante el Mirandés con esta nueva derrota, avivando de nuevo la crisis para Gabi Fernández.
Empezó el Real Zaragoza enchufado, buscando la portería rival. La primera llegó en un balón al corazón del área peleado y que terminó con un disparo de Cuenca demasiado alto. Sin apenas respiro, otra más, una buena falta lateral de Tasende que Dani Gómez peinó e Iker Álvarez intervino para desviar a córner. Más tarde, de nuevo fue Cuenca el que envió fuera un buen balón de Dani Gómez.
A pesar de los acercamientos, el partido tenía un ritmo lento. Interrumpido constantemente y en el que costaba trenzar jugadas. Tasende pidió penalti por una posible mano de un defenso del Córdoba dentro del área y fue de nuevo el lateral el que envió un centro envenenado que tuvo que sacar la zaga rival. Ya en el 40', un saque de banda de Tasende termina con Cuenca disparando demasiado por arriba de la portería de Iker Álvarez.
Tras el paso por vestuarios, el partido arrancó con las mismas sensaciones. El Real Zaragoza llegaba, pero sin encontrar la puntería final. Fue ya en el 61' cuando el conjunto cordobés reaccionó y empezó a poner en apuros al conjunto blanquillo.

Tachi casi marca en propia puerta y Andrada tuvo que reaccionar al límite para evitar que el balón en el fondo de su portería. El gol se estaba mascando y acabó cayendo en el 67, en un córner a favor del Córdoba, botado por Dalisson al primer palo, con rosca, que nadie acertó a despejar y terminó dentro de la portería zaragozista. Saidu, en propia puerta.
Un jarro de agua fría para el conjunto blanquillo, que a pesar de los cambios de Gabi fue perdiendo fuelle y terminó sin apenas posesión y sin balones al área rival. Lo que no faltó fue la tensión final con la decisión del colegiado de mostrar la segunda amarilla a Paul Akoukou, llevando al Ibercaja a ser una olla a presión. Todo el Zaragoza protestaba la jugada, incluido Gabi, que instantes finales también fue expulsado al protestar otra de las decisiones del colegiado.