Una historia de desamor en San Valentín (17:00)

El pasado de unión baña un partido de fútbol encajonado en un día más para el balón. El Sardinero recibirá con pasotismo al que fue su entrenador durante el año de la UEFA y se olvidará de él cuando Delgado Ferreiro haga sonar su silbato. Muñiz cumplió con sus objetivos deportivos en la Cantabria de Revilla y Seve, pero nunca terminó de calar en el corazón racinguista. Por eso es pasado, un inquilino más que ya se fue. El entrenador asturiano volvió a los brazos del Málaga y ahora lucha por la aprobación de la familia blanquiazul, que a veces se comporta con él como una suegra exigente y recelosa. Y es que el fútbol no entiende de amores duraderos. En este deporte los anulares están desnudos de alianzas eternas. El corazón oscila entre el interés y el billete morado del euro. No hay unión en la salud y en la enfermedad, sino afán de supervivencia y tino.

 

Valdo y Luque no podrán pasar la jornada con sus parejas, pese a que coleccionan ya varios domingos de paella y tele esta temporada. Son las piernas más eléctricas de las 36 que componen la lista de expedicionarios que intentarán asaltar Santander. Ninguno jugará de inicio, pero sus regresos a la luz son dignos de mención. También vuelve Weligton después de cumplir sanción. Por su parte, Mtiliga, Gámez e Iván se quedaron en Málaga. Así que Muñiz tiene que volver a recomponer su defensa por enésima vez. Manu hará del zorro y Stepanov cumplirá su segundo partido consecutivo en el once. Noticia. No se esperan más cambios en la alineación que salte al maltrecho césped de El Sardinero. La lluvia que vaticina meteorología para la hora del partido obligará a los 22 jugadores a remangarse el calzón. El más musculoso se llevará el gato al agua.

 

Quizás el Málaga parta con una mínima ventaja viendo que el Racing llega desgastado tras jugar el jueves contra el Atleti la vuelta de las semifinales de Copa. Miguel Ángel Portugal, que ha hecho renacer al Racing (ha sumado la mitad de los puntos disputados desde que aterrizó en el banquillo y está invicto en 2010), alineó a muchos titulares en el duelo copero y tiene la zaga bajo mínimos. Tanto es así que ha tenido que convocar de urgencias a Osmar, un chaval del filial que echará una mano ante tanta baja (Christian, Crespo, Henrique y Morris). Habrá que ver también cómo le afecta al joven Sergio Canales la oficialidad de su acuerdo con el Madrid. El talentoso futbolista cántabro es la cara de la remontada racinguista y su equipo se agarra a su descaro para empezar a sacar los partidos de casa (es el segundo peor local de la Liga).

 

Desde el palco, Pernía y Sanz se estrecharán la mano e intercambiarán impresiones sobre Muñiz. Que si yo lo quise más, que si tú no le diste los caprichos que te pidió, que si su discurso era plano y no llegaba a los jugadores, que si su trabajo es innegable y su apuesta por la cantera loable… Bla, bla, bla. O quizás no. Quizás hablen de lo jorobado que es jugar los lunes, de los escasos favores arbitrales que reciben los modestos o del frío que hace este fin de semana en Santander. Es intrascendente lo que se digan. Hablarán por hablar porque en el corazón de todos estará una historia de desamor (Muñiz-Racing) que saldrá a las tablas de El Sardinero en el día de San Valentín.