Atasco en el 'Rosaleda Arena'

F. Godoy IIIEl Málaga no recupera el pulso en casa. Le está costando encontrarse. Un equipo con las ideas claras como el Zaragoza demostró que se le puede desactivar. Hay que pedir más al conjunto malaguista, en shock todavía por el adiós de Monreal y al que ni el regreso de Baptista ha logrado quitarle la espesura. 

No gana en su campo este Málaga en Liga en 2013, que ha visto cómo Celta y Zaragoza se llevan sendos empates. Gran parte de culpa la tiene el cada vez peor césped, en vías de metamorfosearse en arena. Ya mismo se podrá llamar así al estadio. 'Rosaleda Arena', que encima da glamour, como el campo del Ajax... Y el club no reacciona pese a los continuos lamentos de Pellegrini y sus jugadores. Eso sí que es, nunca mejor dicho, lamentable.

El Málaga seguía adormilado, con cuerpo extraño por jugar tan temprano un domingo. Desde Segunda División no se veía en algo así. Quizás por eso comenzó tan poco firme y por detrás en el marcador. Los primeros quince minutos dijeron muy poco de ambos equipos, pero al Zaragoza le vinieron de lujo. Un córner botado en corto y una mala defensa del Málaga permitieron a Postiga batir a Willy.
Al poco, un tal Murphy entró en escena. Tras la marcha de Monreal, queda Eliseu (a falta de calar a Antunes) como dueño del lateral izquierdo. El luso, cómo no, se lesionó. Y a rezar para que no sea nada.  
Pero todo no podía ser malo para el Málaga en esta soleada mañana en La Rosaleda. El asistente de Álvarez Izquierdo le avisó de un penalti de Paredes que Isco transformó para celebrar su internacionalidad. Tablas y a empezar de nuevo. 
A partir de ahí el Málaga se desesperazó. Empezó a encontrar vías para superar la telaraña tejida por Manolo Jiménez. Isco estuvo a punto de hacer el segundo a la salida de un córner, pero el pitado Apoño la sacó bajo palos.  
Pudo hacer el segundo el Málaga, sobre todo en un contragolpe en el que Isco encontró maravillosamente a Joaquín y el gaditano a Gámez. El lateral disparó con la derecha, aunque en el control se le había quedado algo atrás, y eso provocó que fuese asumible para Roberto. Pero quedaba algún susto. Montañés probó los reflejos de Wily, que sigue demostrando estar en una forma envidiable.
Murió la primera mitad con el Málaga en el área del Zaragoza, que pese a todo andaba cuajando un encuentro muy serio.
La segunda mitad comenzó sin dominador claro. Y fue el Zaragoza el que más cerca estuvo de romper la igualdad. Apoño mandó al poste una falta directa y luego Víctor forzó de nuevo a Willy a sacar lo mejor de sí mismo.
Y de nuevo un cambio por lesión. En este caso le tocó a Joaquín. Saviola entró y volvió a formar esa pareja con Roque que en Mallorca no funcionó...
Estalló La Rosaleda viendo cómo se despojaba por su chándal Julio Baptista. Honores de mesías para el brasileño después de casi año y medio KO. Mientras tanto, el antagonista Apoño volvió a avisar de falta directa.
Ya estaba la Bestia en el campo, que entró por Roque. 20 minutos para él y para el Málaga, que no encontraba la manera de hacer daño al rival. Comenzó a buscar con ahínco el gol el conjunto blanquiazul. Primero se reclamó un penalti tras un disparo de Saviola y luego el colegiado señaló fuera de juego inexistente de Isco, que culminó la jugada de manera brillante. Al poco, el central Álvaro también vio cómo le anulaban un gol por orsay. El que no señaló fue uno claro de Helder Postiga que casi termina en gol.
Y se fue agotando el tiempo, con el que los jugadores del Zaragoza también sabían jugar. El Málaga fue un quiero y no puedo en gran parte del choque. Se atasca en La Rosaleda, donde encima cuenta con el césped como peor enemgigo.