El público despidió en pie a Isco
"¡Isco, Isco!". La Rosaleda despidió con una sonoro y homogénea ovación al que fue su ojito derecho. Corría el minuto 63 de partido cuando Ancelotti decidió sustituirle. Y ocurrió lo que se esperaba.
Curiosamente regresó cuando se había cumplido un año de su gol al Oporto. Muchos sentimientos en la grada pero también en él. No se le vio del todo cómodo, aunque su técnico alabó su trabajo como "mediocentro izquierdo".
Luego le tocó jugar más en punta tras la lesión de Benzema. Y pudo sentenciar el partido, pero hizo su enésimo favor al malaguismo marrando una clara ocasión cuando se encontraba absolutamente solo frente a Willy Caballero.
Y si atronadora fue la ovación en la que se le despidió, su sustituto se llevó una buena dosis de pitos por parte del respetable. Su lugar lo ocupó Jesé, al que todavía se le recuerda en Málaga por no 'querer' venir cedido esta temporada, cuando el club tanteó su posible incorporación.