Gracia: “Tuvimos mucha voluntad y poco acierto”

Javi Gracia compareció en sala de prensa algo apesadumbrado y aplicando las gotas de optimismo que le quedan. “Tuvimos mucha voluntad y poco acierto, y se nos va el partido”, describió el técnico navarro tras la derrota ante el Betis. “El encajar el gol es lo que ha cambiado el encuentro”, continuó.

“En la primera parte no traducimos en goles esas llegadas, ese dominio, que creo que ha sido constante, y luego recibir un gol en un error nuestro… Han esperado su momento, lo han aprovechado, fruto de la calidad de su hombre más adelantado. Juegan a la desesperación con un equipo necesitado de puntos”, valoró Gracia que cree que su equipo mereció más: ”Cuando sientes que has hecho méritos para más y que no mereces perder este partido, el disgusto y el dolor todavía es mayor, pero hay que levantarse y seguir mirando hacia delante”.
El entrenador del Málaga describió así el sentir del vestuario: “Ahora cualquier cosa que se diga no se recibe bien, estamos muy disgustados, con el paso del tiempo veremos. El tiempo va curando todo, confío que nos dará lugar para trabajo y para tratar de mejorar cosas y confiar que en estos momentos nos acompañen más cosas para ganar partidos”.
Y se avecinan dos semanas de parón que se harán largas. “Preferiría otra cosa, pero no por ello tenemos que cambiar nuestra intención, nuestro trabajo. Debemos seguir preparando la siguiente sesión, el siguiente partido… No hay otra”, manifestó Gracia, que no repartió culpas: “Es evidente que hay falta de gol, pero no creo que sea justo responsabilizar al desacierto de algún jugador en concreto. El rival tiene a veces una efectividad muy alta, sobre todo en estos últimos partidos. Pero el rival no domina los partidos, no genera más que nosotros, no domina… No estamos acertados, no generamos lo suficiente. Confío en que poco a poco nos vaya más de cara”.
¿Hay ansiedad? Le preguntaron. Respuesta: “Sí, hay ansiedad por ganar, no te has puesto por delante y ellos te hacen un gol y ya entran las prisas… El juego ya no es tan acertado, con más corazón que cabeza lo intentas, pero con el paso del tiempo cada vez va a ser más difícil. Cada vez la bola puede ser más grande, debemos confiar en nosotros mismos y creer en lo que hacemos. No veo otra manera”.
“No soy quien para demandar tranquilidad, yo a nivel interno creo que debo de tratar de recuperar a los jugadores y transmitir esa confianza en lo que hacen. Hay que seguir para adelante, hay momentos en los que vuelas, corres, andas y otros en los que te arrastras. Es una realidad, pero en esos momentos también tiene que seguir tirando hacia adelante. Vamos a ser críticos, también conmigo mismo. Hay que trabajar para seguir, no hay otra manera”.