La crisis deportiva del Málaga, ¿también un problema mental?

Mucho se viene hablando y escribiendo en las últimas fechas sobre la crisis deportiva que atraviesa el Málaga y que se acentúa en varios aspectos del juego como la falta de gol, el pobre rendimiento lejos de La Rosaleda y la incapacidad para reaccionar con solvencia a situaciones adversas, como ha ocurrido, por ejemplo, en Getafe, Gijón o el sábado pasado ante el Betis.

Más allá de las limitaciones que pueda tener la plantilla o de las diferencias de criterio en la confección de la misma, la mala dinámica está arrastrando al equipo. “Noto al Málaga bien posicionado y organizado, pero le falta la chispa del gol, de aprovechar las oportunidades. Cuando no llega y encima les viene uno en contra, la sensación es de una montaña altísima para subir”, dibuja en un boceto inicial Fernando González, psicólogo malagueño especializado en materia deportiva y que colabora con numerosos clubes, federaciones y deportivas profesionales.
Según González en una conversación mantenida con este medio, “esto acaba generando ansiedad y cierta inquietud en la toma de decisiones”. “En los momentos en los que no te sonríe la fortuna, hay que confiar en que ese trabajo diario y esa constancia sean la fórmula para salir de la situación. No creo en las rachas en el deporte, en muchos casos están asociadas al esfuerzo, al trabajo y al compromiso de todos. Yo sí palpo un alto compromiso, eso se traduce en el juego estructurado. El gol no llega y ahí empieza la incomodidad”, argumenta el psicólogo deportivo malagueño, que añade: “Es más necesario creer para ver, que ver para creer. Algo así como la creencia feroz de que es posible”.
Una de las imágenes más gráficas del momento anímico por el que atraviesa el equipo se dio el sábado tras el gol de Rubén Castro, en la que todos los jugadores blanquiazules agacharon la cabeza, resignados, sin que nadie alzara un aplauso, una voz o un gesto de ánimo. “Se debe potenciar la comunicación y la motivación entre ellos, y que salgan los líderes naturales y cambien el chip de muchos de los compañeros. Es el momento de que den el paso y, sobre todo, de que el mensaje que se lance sea de compromiso”, explica González, que también habla de remedios para combatir el bloqueo que se produce cuando el marcador se pone en contra: “Hay que buscar vías de evacuación y anticiparse a las dificultades, generar cadenas de pensamiento positivo, crear una especie de plan en caso de incendio (por dónde tengo que tirar y salir), un pensamiento corto que llegue al objetivo de rendimiento en ese momento”.
“La situación de bloqueo puede generarte un segundo gol en contra, porque estás pensando en el anterior”, continúa Fernando González, que aporta algunos posibles remedios: “Una forma para salir y quitarse esa visión que no es real y es una percepción porque realmente son mejores de lo que se ve, es fijar objetivos de rendimiento a corto plazo y no tanto de resultado. Eso fortalece la confianza y el autocontrol, aunque es verdad que el resultado es lo que más premura da. Pero incido en la motivación compensada entre el resultado más puro y el reto personal de ser lo mejor que se puede ser dentro de las acciones del juego. La famosa frase del ‘partido a partido’ es resultadista, pero no es más que una motivación y un objetivo a corto plazo. Es el presente, el aquí y ahora, el mindfulness que está tan de moda. Yo me iría al ‘pase a pase’, cada movimiento en el campo es una oportunidad. Y el gol es el resultado de una serie de conductas que se van generando en un partido”.
Así, Fernando González cree igualmente que “valorar de manera constructiva las experiencias tanto en las victorias como en las derrotas” y “recordar aquello que nos ayudó en el pasado a seguir adelante e intentarlo de nuevo”, son otras patas de un estilo de funcionamiento que haga aumentar la autoconfianza del equipo, bajo mínimos en estos momentos.