Estrada Fernández, la estrella de las crónicas

El buen partido del Málaga en Sevilla no dejó botín de puntos, pero sí en buena imagen y en la ratificación de que se está en el buen camino. No obstante, quedó ese regusto amargo. Dominó el cuador blanquiazul la mayoría de los minutos, rondó la portería de Rico y pudo empatar. Pero la polémica presidió el duelo, con la actuación de Estrada Fernández. Este es el resumen de las crónicas de los periódicos malagueños y nacionales sobre el partido.

Málaga Hoy "Sin puntos, con orgullo": "Queda en el paladar ese mal trago de que el Málaga fue un agujero negro en dos minutos y por ahí se le esfumaron los puntos. Y en el estómago la bilis de Estrada Fernández, ante el que podría elaborar un pliego de quejas, con razón, por su calamitoso arbitraje. Pero eso es solo el embalaje del partido. Dentro queda que el equipo ofreció pasajes buenos y y pasajes muy buenos ante un Sevilla que se vio ganador y perdedor de una parte a otra. Muchas recompensas vienen de vuelta. Raras veces un aficionado está contento con sus jugadores en la derrota. Ayer, hoy, es de esos días. Puede sentirse orgulloso el malaguista pese a volver de vacío del Sánchez Pizjuán".
Sur "Frenazo al Málaga" "Se acabó la racha. El Málaga pierde en el Pizjuán después de siete partidos sin hacerlo, aunque ofreciendo una gran imagen y poniendo contra las cuentas a un Sevilla que se había adelantado al final del primer periodo con dos goles muy seguidos de Gameiro. Los errores propios en los tantos, la falta de acierto en sus oportunidades y la colaboración del colegiado llevaron al conjunto de Martiricos a una derrota que se puede considerar explicable. Los hombres de Emery, gracias a su calidad, marcaron en las oportunidades que tuvieron, mientras que Estrada Fernández no estuvo acertado en la jugada que da origen al segundo gol y en el más que posible penalti a Weligton".
La Opinión "El Málaga quiso y no le dejaron". "El Málaga CF quiso ayer poner un pica en Sevilla, pero no le dejaron. Ni el conjunto hispalense, que aprovechó sus oportunidades; ni sobre todo el colegiado Estrada Fernández, que es un pésimo colegiado y que acabó condicionando el partido con sus teledirigidas actuaciones. Los blanquiazules rozaron por momentos la perfección en un estadio hostil, tutearon al equipo local, que venía de campar a sus anchas en su casa, y llegaron a encoger el corazón hispalense en un tramo final de vértigo en el que a punto estuvo de rascar un valioso punto. Pero dos fatídicos minutos, poco antes del descanso, mandaron al traste todo un trabajado encuentro. Un punto de inflexión, sin embargo, que se vio amortiguado por un golpe de orgullo ante la adversidad que a punto estuvo de ser la crónica de una gran tarde. Pero los contratiempos fueron mayores de los esperados y el malaguismo se tuvo que volver de Sevilla con las manos vacías, pero con el pecho henchido de orgullo por su equipo".
Marca "Gameiro evita un descalabro" "Sufrió de lo lindo el Sevilla para que los tres puntos se quedaran en el Sánchez Pizjuán. Los de Unai Emery fueron superiores en la primera mitad, donde un doblete de Gameiro dio ventaja a los locales, pero desaparecieron en una segunda mitad en donde el Málaga fue infinitamente mejor. Charles puso emoción con su gol en el 74', Iborra vio la doble cartulina amarilla en los 20 minutos que estuvo sobre el campo y Boka vio también dos amarillas en menos de un minuto. Murmullo en el Pizjuán tras una victoria que dejó dudas".
AS "Gameiro, desencadenado" "El Sevilla sudó sangre y pidió la hora desde el balcón de su área con diez jugadores (Iborra expulsado en el 83’) para llevarse un partido al filo de la navaja en el que el Málaga (que también terminó con diez por roja a Boka en el 93’) demostró una fe descomunal y exprimió hasta el extremo a un equipo que sobrevivió gracias a un francés en estado celestial. Sin cadena, como el ciclista inspirado en los grandes días, Kevin Gameiro puso patas arriba Nervión en tres minutos de magia. Sus dos definiciones deliciosas (40’ y 43’) elevaron a los de Emery provisionalmente a puestos europeos y cortaron la racha de siete partidos invicto de un Málaga capaz que jugó el partido de rivalidad con la pasión habitual y un plan valiente. Le fue pasando de todo, pero nunca capituló. Gameiro, cinco goles esta semana y no a rivales cualquiera, marcó el 1-0 a lo Romario, con una vaselina impecable. El segundo tuvo una sutileza mayor aún, bella picadita".