En-Nesyri, una gacela hambrienta
Youssef En-Nesyri llegó el verano pasado a Málaga, como parte de un convenio de colaboración de La Academia con una escuela de Marruecos. Los técnicos del Málaga se frotaban los ojos con aquel zurdo desgarbado de zancada inmensa. Se pagaron por él 125.000 euros a la Mohammed VI Football Academy, donde se formó. Un año después es el máximo goleador de la pretemporada del primer equipo, con tres tantos. Fue campeón con los juveniles con gol en la final, y pieza esencial en el tramo final del Malagueño. Ha subido un escalón.
En-Nesyri volvió a cautivar ante el Fortuna Düsseldorf. Salió en el minuto 61 por Sandro, pero tuvo tiempo para condicionar el partido. Dio a Rosales el 1-2 tras una jugada por la derecha y marcó el 1-3 aprovechando una mala cesión de un defensa al portero, definiendo de primeras con la izquierda, su pierna buena. Entre medias mandó una clamorosa ocasión a las nubes casi en el área pequeña. Después le sacaron una tarjeta por su hiperactividad a la hora de defender. Presiona la salida del balón, barre todo el frente de ataque y cubre mucho campo. Parece una gacela (1.92 metros) hambrienta en busca de su presa, el balón. Es el tipo de cualidad que un entrenador adora. Y En-Nesyri la tiene.
Con limitaciones técnicas, atribulado a la hora de conducir la bola pero potentísimo en campo abierto, el margen de mejora del norteafricano, ya preseleccionado por la absoluta de Marruecos, es brutal. Juande busca un delantero para rematar la plantilla. De momento tiene a En-Nesyri pegando a la puerta. Ya marcó dos goles en Algeciras. Otro más en Düsseldorf. Y la sensación de que son los primeros de muchos.