Keko, anfitrión armero

Para un futbolista el partido ante el Éibar no es un partido más. Keko Gontán vivirá una noche especial. Abrazos, risas, anécdotas... Todo lo que trae consigo reencontrarte con los tuyos. Ha sido pronto relativamente esta cita con su exequipo, al que dejó cómodamente en Primera y con un buen dinero en caja por su venta.

Keko, después de una fase complicada en su carrera, recuperó poco a poco la sonrisa. En Albacete remontó y en el Éibar se asentó como un jugador de primer nivel. Eso le sirvió para estar en la agenda de muchos clubes de Primera aspirantes a Champions y Europa League. Pero fue Arnau el que cerró su fichaje con la importante inversión de cinco millones de euros.
El extremo, que ciertamente no ha terminado de arrancar todavía en el Málaga, viene de cuajar en el Éibar una temporada magnífica, la que necesitaba para demostrar y demostrarse cuál era su sitio. 29 partidos, 27 como titular, adornados con tres goles.
Pero lo mejor de Keko es que es un tipo que se hace querer fuera del terreno de juego. Bromista empedernido, algunos compañeros del equipo armero recuerdan lo importante que era para la salud del vestuario, algo que habla muy bien del madrileño. En Málaga eso se empezó a notar desde antes de su presentación, donde se entregó a Jony, con quien después compartiría focos.