La leyenda del 'Niño del Balazo'

La vida de Adalberto Peñaranda pudo truncarse en un episodio trágico que por fortuna ahora se puede contar como una anécdota, como una leyenda. Que le apoden 'El Niño del Balazo' no es casualidad. Y es que el joven futbolista recibió un disparo cuando todavía jugaba en su país.

Peñaranda militaba en el Deportivo La Guaira cuando salía de un partido frente a Deportivo Táchira, acompañaba a su compañero Charlis Ortiz, al que intentaron robarle el coche. Ambos recibieron algunos disparos. Ortiz fue inmediatamente intervenido, mientras que a Peñaranda una bala le atravesó el muslo.
A pesar de ello, el venezolano ya tenía el alta en apenas un día y en unas semanas estaba recuperado. Ahora lo relata con mucha naturalidad. "No piensas nada. Luego me di cuenta de que el disparo fue a pocos centímetros de la rodilla y gracias a Dios no dejó secuelas. Fíjese que pudo ser el fin de mi carrera o algo mucho peor", dijo en una entrevista cuando militaba en el Granada.