Míchel vio en directo al Málaga en Ipurúa

El destino es caprichoso. Que se lo digan a Míchel que fue testigo directo e involuntario del inicio del fin de la etapa del Gato Romero en el Málaga, la noche de Ipurúa, donde el equipo sumó la primera de las tres derrotas consecutivas que condenaron al uruguayo. Míchel estuvo esa noche en el 'lugar del crimen' y animando al 'enemigo'. Claro que todo tiene una explicación que él mismo se ha encargado de dar entre bromas y con naturalidad en su puesta de largo como técnico blanquiazul.

“Fue sin maldad, no por pensar que Marcelo estaba en dificultades”, matizó en buena sintonía, para continuar: “Sabéis que mi hijo juega en el Éibar”. Efectivamente, su hijo Adrián juega en el Éibar, y marcó dos goles en la victoria del equipo armero por 3-0. Fue una noche triste para el Málaga y una muy feliz para la familia González. Casualidades del destino han querido que apenas nueve días después Míchel se sentara a negociar con el Málaga y hoy sea el nuevo entrenador del equipo.