Y sin Luis Muñoz, Mula y Ruano...

En el seno del Málaga ha sido un palo gordo el momentáneo no ascenso del filial a Segunda B. Las intenciones, hechas públicas por entrenador y director deportivo, eran de máxima prioridad para devolver al equipo a la categoría de bronce tras una década de ausencia. Y tras el 1-0 de la ida, parecía cerca. Pero el Waterloo de Segovia habrá que trabajar, si todo sale bien, un mes más para conseguirlo.

Lo peor es que la sensación de frustración por la derrota en La Albuera pasará factura en las siguientes rondas. A la espera de que el Comité de Competición de la Federación dictamine las sanciones, Luis Muñoz y Mula no podrán jugar, al menos, la ida de la siguiente ronda por la roja que vieron en tierras segovianas. Tampoco estará Manel Ruano en el banquillo, expulsado también. Son defectos de juventud que hay que corregir. Luis, por ejemplo, ya se perdió la final de la Copa de Campeones el año pasado por una roja en las semifinales.
Así que tocará recomponer sin piezas claves los siguientes enfrentamientos. Le queda aún una bala al equipo malagueño para seguir adelante con el ascenso, pero ya no hay margen de error. Y faltarán jugadores importantes. Pero no hay nada perdido...