Urgencias en la retaguardia

El Málaga sigue negociando la llegada de posibles refuerzos que aumenten la competitividad de una plantilla que, a día de hoy, presenta algunas lagunas en determinadas posiciones. Especialmente en la defensa y en la delantera. Y es que, en cuanto a la retaguardia, Míchel sólo cuenta a día de hoy con un central fijo para la próxima temporada: Luis Hernández.

Además del madrileño, tienen contrato en vigor Bakary Koné y Mikel Villanueva. Pero ni el burkinés ni el venezolano entran en los planes del técnico. También figura en nómina Luis Muñoz, en el que Míchel sí tiene puestas esperanzas de futuro. Pero el madrileño quiere que esté a caballo entre el primer y el segundo equipo esta temporada. 
Así las cosas, las urgencias en el eje central de la retaguardia son más que evidentes. El Málaga debe incorporar entre dos y tres centrales de aquí al inicio de la pretemporada. Es una demarcación que está muy justa de efectivos y una posición clave en la estructura de un equipo.
Los laterales, en cambio, sí están bien cubiertos actualmente. Con la continuidad de Juankar muy próxima a confirmarse, y con Ricca, Rosales y Miguel Torres con contrato en vigor, a priori los flancos de la zaga sí están completos.
Han sido varias las gestiones que ha abierto Francesc Arnau, el director deportivo, en el mercado. El club ha pujado fuerte por Diego Llorente, pero el interés de la Real Sociedad, dispuesta a pagar una suma importante de traspaso, le han alejado casi definitivamente de La Rosaleda. También hubo contactos por Marc Torrejón, que finalmente jugará la próxima temporada en el Union Berlin de la segunda alemana. El brasileño Sampaio es otra de las alternativas que baraja la entidad. Y hay varias más. Sin embargo, esta opción estaría, entre otros condicionantes, a expensas de que el club libere una de sus tres plazas de extracomunitario, en la actualidad ocupadas por Rosales, Peñaranda y Michael Santos. Los dos últimos tampoco cuentan.