La semana terrible de Luis Hernández
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Si alguien era fiable y regular en el Málaga, ese era Luis Hernández. Jefe indiscutible de la defensa desde su llegada en el pasado mercado invernal, era uno de los pilares. Sin embargo, también se ha contagiado de la mala temporada del equipo, cuestión que se ha visto acentuada en la última semana futbolística y los tres partidos de los blanquiazules.
Lo primero que le pasó ante el Atlético de Madrid fue bastante accidentado. En este caso no tanto por el rendimiento en el campo sino por la herida que sufrió en la cabeza. Tras un encontronazo con Godín tuvo que terminar el partido del Wanda Metropolitano con un aparatoso vendaje. Finalmente tuvo que recibir 18 puntos por la brecha.
A pesar de ello, el martes siguiente se apuntó al partido contra el Valencia en Mestalla. Volvió a jugar con el vendaje, pero el resultado fue nefasto. El Málaga recibió cinco goles y el central madrileño estuvo en casi todas. También tuvo algún problema en la salida de balón. Pero fue una debacle tan colectiva que señalarle sería un error. La sensación es que no debió forzar para estar en la cita.
Y ahora llega este encuentro más reciente contra el Athletic, con protagonismo en dos de los tres goles vascos. En el minuto 3 cometió un penalti sobre Iker Muniain que terminó siendo el 0-1 de Aduriz. En la segunda mitad se precipitó en el saque de una falta, perdiendo el balón y favoreciendo la acción del 1-3.
La sensación con Luis es como el jugador de póquer que sabe que es bueno, pero cuando tiene mala suerte no templa y arriesga de más, empeorando todavía más. Le falta madurez para saber que tiene que seguir haciendo su trabajo y ya llegará. Pero quiere dar más, tiene prisa por demostrar hacer las cosas bien y reparar el daño, y acaba empeorando. El gol de Williams es un claro ejemplo, no solo se precipita con el saque de la falta, error que está cometiendo mucho por querer acelerar el ataque del equipo, ese ansia de que el equipo marque, gane y se despresurice; el problema es que luego hace le amago de salir a tapar al jugador al que le cae la bola, en lugar de marcar a Iñaki, no llega a taponar el pase, y deja totalmente solo a williams, que quizás con un poco más de estorbo hubiera fallado. en la repetición se ve claro.
Parte de culpa también es de Recio, que protesta demasiado, que si en vez de estar protestando al árbitro hubiera estado atento no le hubiera rebotado de esa forma la pelota propiciando el 1-3
Estoy de acuerdo que el único central que tenemos de garantias es él. Pero no es normal que un jugador de su experiencia tenga los errores garrafales de los últimos partidos. Debería volver a demostrar su experiencia y no crear la inseguridad y nerviosismo en la defensa que últimamente está generando.
Y el problema mayor es que el único central de garantía que tenemos es él. Por tanto no podemos dejarlo en el banquillo así porque sí. Lo único que nos queda es rogarle a la providencia que lo ilumine y que vuelva asentarse en el centro de la defensa para el bien del Málaga y por su propio bien.