Capitán Recio: Míchel, el circo, el vestuario, la afición...

El tiempo y el carácter han provocado que Recio asuma la capitanía con una naturalidad pasmosa. En el vídeo superior se le puede ver hablando de la continuidad de Míchel. Pero no se queda ahí. Habla de cómo está el vestuario del Málaga, de cómo enchufar a los compañeros, del famoso "circo" del que habló hace poco, del partido ante el Leganés.

-Hay vestuarios que se llegan a autogestiones en situaciones de crisis, hay futbolistas con peso que ponen orden y llaman la atención a otros. ¿Quién ejerce esa labor en el Málaga?
-Nosotros la semana pasada tuvimos una charla entre nosotros. Los capitanes creímos que era necesario hablar toda la plantilla. Nos dijimos las cosas claras y como son. Al final somos una familia y convivimos todo el año. Nosotros somos los que tenemos que sacar esto al final. Viene bien también de vez en cuando tener charlas con compañeros, hablarlo todo y que cada uno dé su opinión. El grupo sabe de la situación, a algunos de los nuevos se lo transmitimos, que es delicada. Ellos saben que el Málaga no puede bajar a Segunda de ningún modo y tenemos que dar el do de pecho para sacar esto adelante.
-Este verano dijo que el Málaga había sido un poco circo. ¿Le ponemos nombre a los payasos y los domadores?
-No, eso que ya cada uno lo interprete a su manera. Sigo manteniendo lo mismo que dije y no lo tengo que volver a repetir. Ya no como jugador y capitán del Málaga, sino como malagueño y malaguista que soy, lo que me dolía era la imagen que se estaba dando de cara al exterior.
-Y de cara al anterior, ¿es tanto el circo?
-Bueno, está claro que han pasado cosas. Y ya lo dije, eso perjudica al club, a los jugadores, al entrenador y a la afición. Se creó un ambiente negativo que no nos ayudaba a ninguno.
-A pesar de ese ambiente negativo, en el último partido en casa se vio un recibimiento como pocas veces se ha vivido.
-Se lo decía a mis compañeros. Habíamos perdido cinco partidos y ese recibimiento ante el Athletic… Yo estaba aquí cuando quedamos cuartos y pocas veces me habían recibido así. La afición es consciente también de la situación en la que está el equipo y ellos ahora más que nunca son importantísimos para nosotros. Cuando un equipo está como nosotros, que parece que estamos medio muertos, para salir adelante tenemos que estar juntos y con una afición que nos apoya. En casa tenemos que sumar de tres en tres.
-La afición está con ustedes y ustedes están con Míchel.
-Yo sé lo que piensan mis compañeros dentro del vestuario. Es lo que estábamos hablando, cuando estás con tan pocos puntos y en esta situación, pues la figura del entrenador se lleva muchos palos, se habla de sistemas, de cambios… Nosotros seguimos confiando en lo que trabajamos y en lo que el míster quiere. El año pasado nos cogió en una situación complicada, a cuatro puntos del descenso. Teníamos un buen equipo, pero estaba asustado. No era una situación fácil. Creo que él recuperó psicológicamente a mucha gente, hizo una labor que ya se vio, fue espectacular, con un equipo que jugaba de memoria. Le ganamos aquí al Sevilla, al Barcelona, al Valencia, al Celta.... A todo el que venía a Málaga le pasábamos por encima. Él solo se ganó ese crédito. Ya cada uno que le ponga el que quiera, para nosotros sigue teniendo mucho crédito, seguimos confiando en él. Si conseguimos un buen resultado en el próximo partido, se va a ver un cambio.
-¿Y qué le dice Míchel a ustedes, se ha puesto serio? Siempre se ha mostrado muy afable, ¿se le ve más el colmillo ahora?
-A veces, hay momentos que sí. Pero cuando te pega esa regañina, suele coger a cada jugador individualmente, en su despacho y con cada uno tiene su charla. Las cosas se trabajan, pero luego en los partidos por una cosa o por otra, no se hacen. El entrenador es claro con nosotros, nos dice las cosas como las piensa. No por chillar más le vamos a hacer más o menos caso. Las dice a su manera, pero las dice claras. Y eso es importante también.
-¿Entendería que si no le ganan al Leganés, fuese destituido?
-Podría llegar a ser entendible porque después de ocho jornadas no se habría ganando ningún partido. Como hemos hablado, es fácil echar al entrenador y no a tantos jugadores. Pero vuelvo a repetir, no quiero pensar que no le ganemos al Leganés. No nos gustaría que lo echasen porque si encima no le ganamos y estamos en esa situación, cambias al entrenador que ya nos conoce personalmente y sabe cómo trabajamos… Cambiar todo eso no sería bueno para el equipo. Personalmente creo que sería un error. Ya veremos qué pasa después del Leganés, espero que estemos con tres puntos más. Son circunstancias que pueden pasar y estamos preparados para ello.
-Se le ve con un discurso bien medido, pero le escucho y da la sensación de que no estamos tan mal…
-No, no, cómo no vamos a estar mal, estamos fatal, vamos últimos. Peor no se puede estar. Es una situación muy delicada y complicada. Y los jugadores tienen que saber cómo estamos. Yo por mi parte, y también algún compañero más, se lo estamos transmitiendo. Por mucho que un entrenador diga una cosa u otra, los jugadores también tenemos que hablar y ser conscientes. Han venido jugadores nuevos y de otras ligas y lo tienen que saber, el Málaga se tiene que mantener en Primera sí o sí. Llevamos diez años en Primera y este tiene que seguir así. Tenemos margen para reaccionar pero tiene que ser desde ya.
-¿Hay futbolistas que todavía no se han dado cuenta de la gravedad de la situación?
-No lo sé, pero para eso estamos nosotros, para transmitírselo. Está claro que cada jugador es un mundo y no sé lo que hace cada cual cuando se va a su casa, si está preocupado o si no. Lo que puedo hacer desde mi posición es que todo el mundo esté metido cuando entre al campo, que todos den el cien por cien, que den la cara. Y que si hay que ganar de otra manera, pues habrá que hacerlo. Si toca jugar feo y echarle cojones y hacer otro tipo de fútbol, se tendrá que hacer, porque toca reaccionar ya. No nos queremos ver dentro de tres meses lamentándonos de lo que hemos hecho ahora.
-¿Cómo va a acabar el Málaga la temporada?
-Yo ahora me conformo con permanecer en Primera. Ojalá lo más arriba posible, pero siendo objetivos con la situación en la que estamos, salvarnos. No me imagino un Málaga en Segunda División y yo voy a morir por ello. Tenemos que estar en Primera porque es lo que merece esta ciudad y esta afición. Salir de ahí abajo es el objetivo.