La botella, ¿medio llena o medio vacía?
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La primera vuelta, un desastre con Míchel
Con el cambio de entrenador, tiene el malaguismo un asidero más donde agarrarse de cara a una segunda vuelta de LaLiga Santander que se antoja más que complicada. Alcanzado el ecuador del campeonato, el equipo ocupa plaza de descenso con unos pésimos dígitos: 11 puntos. Si bien, las estadísticas arrojan argumentos tanto para los optimistas como para aquellos que ya no ven vuelta atrás en el futuro del Málaga.
Para los primeros, hay que recordar que menos en la pasada temporada, donde descendieron los tres que estaban en puestos de descenso en la jornada 19 (Sporting, Osasuna, Granada), en los últimos años siempre se ha salvado uno, dos e incluso los tres equipos que ocupaban puestos de descenso en el ecuador del campeonato. Fue en la temporada 2008/09 cuando Espanyol, Mallorca y Osasuna salvaron la cabeza y acabaron descendiendo Betis, Numancia y Recreativo.
Habrá que ver si el movimiento en el banquillo y el efecto José González ayuda a lograr el milagro. El técnico se mostraba convencido de ello en su puesta de largo: “Este año y el que viene (hablaba de su contrato), porque nos vamos a mantener".
Por contra, y si el Málaga no hubiese dado razones sobradas para ser pesimistas, otra lectura de las estadísticas nos dice que ninguno de los equipos que ha llegado a estas alturas del campeonato con igual o menos puntuación de la que tiene ahora mismo el equipo de José González se ha terminado salvando.
No lo lograron ni Osasuna ni Granada la pasada campaña con nueve y 10 puntos, respectivamente. Tampoco lo hizo el Betis en la campaña 2013/14 que era colista con 11 puntos y acabó descendiendo con 25, al igual que el Xerez en la 2009-10 cuando perdió la categoría con 34 (acabó la primera vuelta sólo con ocho).
El reto para el técnico gaditano es mayúsculo, aunque él cuenta ya con la exitosa experiencia en Granada cuando salvó al cuadro nazarí en una situación parecida.