Munir: “Venir al Málaga es de las mejores decisiones de mi vida”

A veces el destino te gasta una broma macabra, se lamentaba Sabina, pero no suele ser el horizonte tan traicionero como en las canciones de desamor, al contrario, los círculos se cierran y todo llega para los pacientes. Debe pensarlo Munir Mohand Mohamedi (Melilla, 10/05/1989), el nuevo guardián con guantes de La Rosaleda. Creció entre veraneos en Benalmádena y tardes dulces en la casa de su abuelo en la zona de la antigua estación de trenes, y vio en Martiricos sus primeros partidos de Primera. Ahora, tras convertirse en el primer melillense en jugar un Mundial, sueña con ascender y debutar en la mejor liga del mundo vestido con los colores de ese equipo al que le unían tantos vínculos desde pequeño.

Con 29 años le llega un reto que está aprovechando. Si los objetivos se gestan en las áreas, la suya está bien protegida con su mejor nivel, labrado por una buena y entrenada competencia entre porteros, y secundado por una guardia pretoriana que empieza en el último delantero. Munir, MVP del mes de septiembre en LaLiga 1|2|3, ya da puntos con sus paradas y transmite la seguridad necesaria para construir desde atrás. Hay portero en La Rosaleda.

- ¿Qué tal está siendo su adaptación a Málaga y al Málaga?

Espectacular. Estoy muy a gusto con mis compañeros, con el club, con la ciudad… Hemos conectado muy bien porque todos compartimos la misma forma de ver el fútbol, la misma forma de competir. Estoy muy feliz, la verdad.

- Señaló que Málaga siempre había sido especial por su vinculación con Melilla, ¿qué recuerdos tiene de aquí, de la ciudad, del club?

Mi abuelo tenía una casa aquí, por el Vialia, y de pequeño he veraneado en Benalmádena toda mi vida con mis padres. El primer partido que vi de Primera División fue en La Rosaleda (Málaga-Real Madrid), y siempre la he tenido muy presente porque cuando veníamos a jugar con equipos de Melilla íbamos también a ver algún partido al estadio. He tenido muchos vínculos con Málaga, además de amigos, familia…

- Pero su familia es de Melilla. Melillense y futbolera.

Sí, mi padre fue portero, jugó en Tercera División en Melilla, y mi hermano en División de Honor de fútbol sala con el Melilla, pero ya se retiró.

- ¿Es portero vocacional?

Siempre lo fui, aunque en alguna etapa quise conocer esa faceta de futbolista, pero de pequeño, cuando nadie se quería poner, yo era el primero que estaba loco por hacerlo, incluso los mayores me llamaban a mi casa para jugar de portero en la calle. Lo hacía medio bien y me llamaban. Lo había mamado en casa, siempre he ido a ver jugar a mi padre, lo veía parar y no he conocido otra faceta, y aparte es que me encantaba, lo disfrutaba, como ahora. Es vocación.

- Jugó en Ceuta y en Melilla, es curioso.

Es algo no muy habitual, pero sí, lo he hecho en las dos ciudades autónomas en Marruecos. Fueron situaciones especiales, es complicado ver a algún jugador que haya jugado en las dos ciudades.

- ¿Cómo acabó en Soria?

Después de cinco temporadas en la UD Melilla quería seguir creciendo y mejorar de categoría, tuve la oportunidad, me llamó Anquela para ir al Numancia y le estoy muy agradecido por esa oportunidad.

- Allí hizo dos buenos amigos malagueños: Gerrit y Escassi.

No sé si es casualidad, pero siempre que he coincidido con algún jugador malagueño en mi equipo he acabado haciéndome amigo de él, pasó con Gerrit y estas dos temporadas con Alberto Escassi. Incluso cuando era joven con David Cabello, que estuvo aquí; con Bravo que era vecino mío cuando jugó en Melilla, con Verdejo que es un portero de Fuengirola que estuvo en Melilla. Siempre he tenido eso, no sé si es porque compartes más cosas, aficiones, o por el estilo de personas que somos. Pero al final he conectado con malagueños.

- Este verano se cerró el círculo, ¿cómo fue su fichaje?

Fue después del Mundial, volví a casa y recibí la llamada de mi agente. Había interés por parte del Málaga, y desde ese momento no me planteo otra cosa. Quería que se hiciera lo antes posible y pusimos muchas ganas desde el principio. Gracias a Dios salió bien. Estoy muy feliz, muy contento, muy satisfecho y es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

- Munir, Málaga, Melilla… y Marruecos. Tradición se escribe con ‘M’.

Amrabat siempre me ha hablado súper bien del club, En-Nesyri… Con ellos comparto el vestuario en la selección. Siempre ha sido un club al cual he querido venir, siempre les pregunté cosas, a Tigha también… Hay mucha historia, con Ben Barek, con Baha, con El Hamduoui... Mucha historia y mucha tradición. Intentaremos seguirla.

- Ha jugado un Mundial (primer melillense que lo hace) antes que en Primera. Ahora llega al Málaga en plena madurez, con 29 años, ¿es el momento de cumplir el otro objetivo?

No sé si es el momento, pero al final las cosas con trabajo llegan, y yo voy a seguir esforzándome por cumplir uno de mis sueños que es jugar en Primera y ojalá sea con el Málaga. Todo lleva su momento y sí que estoy en la madurez deportiva, un jugador debe pasar por todo tipo de situaciones, de categorías, de aprendizaje… A mí igual el fútbol profesional me ha llegado tarde, pero puede que sea el momento perfecto. Estoy en buena forma física y mental, y eso es una de las claves.

“Al final las cosas con trabajo llegan, y yo voy a seguir esforzándome por cumplir uno de mis sueños que es jugar en Primera y ojalá sea con el Málaga”

- Ha sido el único jugador del vestuario del Málaga que ha probado oficialmente el VAR, ¿qué opina?

A nivel personal no tengo buen recuerdo o una buena experiencia porque nos perjudicó a Marruecos en el Mundial. Estamos en ese momento de transición, de ver qué tal funciona. Yo, sinceramente, igual soy un antiguo, pero me gusta esa polémica del fútbol, arbitral, de los bares, de comentar la jugada, de la moviola. Pero hay que ir adaptándose y, si se introduce en el fútbol profesional, intentaremos hacerlo.

- Cambiemos de tercio, ¿cómo ve al equipo?

Somos una plantilla muy competitiva, que tiene muy claro a lo que juega y cuáles son sus puntos débiles. Intentamos explotar nuestras virtudes al máximo y la verdad que la plantilla va en una dirección y lo tenemos muy claro. Al final en Segunda División es una de las claves, tener claro a qué se juega y la forma de competir, saber que es una categoría muy complicada y exigente.

- Kieszek está continuamente halagando su figura y respetando su rol. ¿Cómo es su relación con él?

Muy buena, la atmósfera es muy buena entre todos, también con Andrés. Hay competencia, eso es importante en un equipo, porque al final que ellos estén al cien por cien me va a hacer exigirme más y estar en un nivel alto. Estoy muy contento de tenerlos como compañeros. Esa competencia me hace mejor.

“La atmósfera es muy buena entre los porteros. Hay competencia y que ellos estén al cien por cien me va a hacer exigirme más y estar en un nivel alto. Esa competencia me hace mejor”

- ¿Cuáles cree que son sus aspectos a mejorar para crecer como portero?

Durante la semana con Toni (Mengual) analizamos vídeos, partidos, y cada acción intentamos corregirla para los siguientes. Tenemos muchas cosas que mejorar y me gusta trabajar mucho y aprender. Cada semana es algo nuevo. Con Toni estamos teniendo mucha calidad de trabajo, nos exige mucho y eso es importante para que no nos relajemos, para conseguir la mejor versión de cada uno.

- En el vestuario ha hecho buenas migas con Blanco Leschuk. Háblenos de él.

Me parece un delantero muy completo para esta categoría. Nos está dando mucho con su trabajo, con su esfuerzo, y con esa pausa cuando aguanta el balón de espaldas. Y luego con sus goles, que nos están dando puntos.

“Blanco me parece un delantero muy completo para esta categoría. Nos está dando mucho con su trabajo y con esa pausa cuando aguanta el balón de espaldas”

- Ya está acostumbrado de otras temporadas, pero ¿cómo lleva lo de combinar club y selección sin parones ligueros?

Es algo a lo que no termino de adaptarme, porque al final no quiero hacerlo, no me gusta perderme entrenamientos con mis compañeros, perderme partidos. Espero que la liga cambie, no sólo por mí, aquí en nuestro equipo tenemos varios internacionales, creo que Segunda en España es una de las mejores ligas a nivel mundial, y cada vez está creciendo más, con clubes y equipos con historia y nombre, por lo que cada vez vendrán mejores jugadores. Si vienen internacionales al final afecta a la liga y no beneficia en nada al fútbol, y espero que de aquí al futuro se corrija y se mejore.

- ¿Cómo valora que pueda influir en su rendimiento tantos viajes y partidos?

Cuando son partidos como los de esta semana, que son dos, y con viajes de once horas para ir y luego otras once para volver, y luego llegar e irme de viaje al día siguiente, porque íbamos a Elche... Son muchos kilómetros, el cuerpo sufre, no descansas igual y no preparas el partido aquí con mis compañeros. Pero al final cuando saltas al campo te olvidas de todos los kilómetros e intentas competir de la mejor manera.

- ¿Le preocupa que igual pueda perderse lo mejor de la temporada por la Copa África?

No quiero pensar en ello, para mí lo importante es el partido del lunes, los tres puntos, cuando era más joven sí pensaba mucho en el futuro, en lo que quería hacer o dónde quería ir… Pero al final el fútbol me ha demostrado que hay que disfrutarlo día a día. Y eso hago.