Ya ha comentado Muñiz en varias ocasiones que cuando no se puede ganar es importante sumar, y eso es lo que hizo el Málaga este sábado en el Heliodoro Rodríguez López. El conjunto blanquiazul tuvo ocasiones para llevarse los tres puntos de Tenerife, pero también tuvo sus llegadas peligrosas el cuadro local. Al final, gafas en el electrónico y reparto justo de puntos (0-0) entre dos equipos que demostraron querer ir a por la victoria.
El Málaga saltó con un 4-3-3 parecido al que utilizó Muñiz en La Romareda dos semanas antes, con Adrián, Keidi Bare y N'Diaye, dejando los costados para Harper y Pacheco, con Blanco Leschuk en punta (llegó el 'Tiburón'). El asturiano quiso acumular efectivos en la medular sabiendo que el Tenerife tiene jugadores con buen dominio del juego y del balón como Milla, Lasso o Racic. Aún así, el conjunto chicharrero dominó el tramo inicial del encuentro, pero el Málaga sigue sintiéndose cómodo en ese papel siempre que no conceda ocasiones claras al rival, como así estaba siendo.
Los blanquiazules metían miedo en las jugadas a balón parado, y la primera oportunidad clara la tuvo Blanco Leschuk en el minuto 29. Pau Torres le dejó un caramelo tras un centro lejano de Dani Pacheco, pero el remate del delantero argentino no fue nada bueno, no conectó bien con el balón y su cabezazo se marchó muy alto. También tuvo una Harper, que no terminó de controlar bien en la frontal del área y al querer hacer un último regate perdió la opción de disparar a puerta. Por su parte, el Tenerife demostraba personalidad y también llegaba con peligro a la meta de Munir, en su caso mediante jugadas más hilvanadas, sobre todo en el último cuarto de hora de la primera mitad, que acabó como empezó (0-0).
Arrancó muy intenso el Málaga en la segunda mitad, pero faltaba algo de mordiente arriba, en los últimos metros. Así hasta que Dani Pacheco estuvo a escasos centímetros de adelantar al equipo que este sábado vestía de negro en el Heliodoro. El pizarreño recogió un balón en la frontal tras una gran triangulación en el minuto 57 y conectó un gran disparo con su pierna derecha. Fue precioso el tiro, con esa rosca endiablada que 'mata' a los porteros, pero el esférico se marchó rozando el palo. Pero el Tenerife también avisaba, con un Malbasic especialmente entonado que se escoraba a la izquierda y hacía mucho daño a Cifu. También sufrió en alguna jugada a balón parado el Málaga, salvando Munir una clamorosa ocasión de los locales en el minuto 77 con dos paradas de mucho mérito.
Apretaron los chicharreros en el tramo final del encuentro, aprovechándose de un Málaga más cansado y menos intenso en la presión, con las líneas algo más retrasadas. En el otro área, el peligro lo ponía un Ontiveros que cada vez que cogía el balón formaba un lío a la defensa del Tenerife. El marbellí, recuperado de su esguince de rodilla, vuelve a demostrar que es la pieza más desequilibrante del Málaga, sobre todo con espacios. La última la tuvo Harper al borde del minuto 90, con un zurdazo desde 30 metros que se marchó desviado por muy poco.