Un equipo no tan curtido
El Málaga es uno de los principales favoritos al acenso a Primera División. Lo es por varios motivos que se han enumerado en muchas ocasiones y que ya cargan, pero sin embargo presenta un hándicap en relación a la gran mayoría de sus competidores en esta aguerrida categoría: la juventud. El Málaga tiene aparentemente una gran plantilla en la que se acumulan hasta 12 ascensos a Primera, pero la gran mayoría de los titulares son de corta edad y en algunas jugadas y lances concretos pecan de bisoños y de falta de colmillo.
En el once de Córdoba, por ejemplo, se dieron cita tres jugadores con dorsal del filial: Iván, Keidi y Harper; y sólo Adrián tenía el 3 en el primer dígito de su edad. El resto eran veinteañeros, con una media de edad de 25,4 años. En ese sentido, que el Málaga presente cada semana el equipo más joven de Segunda es una tónica que se suele repetir habitualmente. Diego González (24) u Ontiveros (21) son otros ejemplos de habituales de corta edad. Muñiz no es un entrenador que suela fijarse en el DNI para alinear a futbolistas, y son también varios los filiales que se entrenan a diario y que ya han llegado a debutar oficialmente.
Por poner un ejemplo con el próximo rival, hasta cuatro jugadores de su último once inicial superan los 30 años: Rubén (34), Íñigo Pérez (31), Oier (32) y Roberto Torres (30); y la media de edad ese conjunto titular era dos años mayor que el blanquiazul. El resto de equipos que pelean en la parte alta de la tabla también tienen veteranos habituales en sus onces, como el Granada, donde gozan de bastante protagonismo Adrián Ramos (33), Germán (32) Víctor Sánchez (30) y Montoro (30). En el Albacete juegan con habitualidad Néstor Susaeta (34), Tomeu Nadal (30) y Arrojo (30). También cuenta con jugadores baqueteados Natxo González en el Dépor: Dani Giménez (35), Bergantiños (33), David Simón (30) o Vicente Gómez (30).