De nuevo con un ojo en el reglamento

El asunto vuelve a estar en boga. No es la primera vez ni tampoco será la última que ocurre con el Málaga ni con el Malagueño esta temporada. El hecho de que uno tire del otro, y el otro, a su vez, del equipo juvenil, provoca, entre otras aristas, que haya que tener un ojo puesto en posibles incumplimientos del reglamento de la Real Federación Española de Fútbol. Una de sus normativas exige que en un partido de élite haya en cada equipo un mínimo de siete profesionales sobre el campo; y el Málaga volvió a tirar de previsión en el último partido de liga ante el Osasuna, en el que participaron cuatro filiales, pero no a la vez: Iván, Keidi, Mula y Harper.

En el seno del cuerpo técnico lo tienen muy claro por toda la experiencia de la temporada. Jugar simultáneamente con cuatro futbolistas con dorsal del filial a la vez es un riesgo demasiado elevado porque, en el caso de que un jugador profesional sea expulsado o se lesione y no haya más sustituciones se incurriría en alineación indebida al no disponer en el campo del mínimo exigido de siete. Así, el primer cambio de Muñiz el pasado domingo fue el de Keidi Bare por Mula, mientras que Harper entró después, por lo que el máximo de ‘no profesionales’ en el campo fue de tres, como en el once inicial de Córdoba. Las premisas son las de no alcanzar nunca cuatro filiales para no asumir riesgos innecesarios, o de tres si el equipo juega con uno menos por alguna expulsión.

Hay que recordar que actualmente se entrenan con regularidad y tienen opciones de jugar en la primera plantilla Mula, Iván Rodríguez, Harper, Keidi Bare, Hugo e Iván Jaime. Esta situación ya se dio, por ejemplo, en Copa del Rey con el debut de este último, y también en el Atlético Malagueño, que igualmente debe tener en el campo a un mínimo de siete seniors y por tanto a cuatro juveniles como máximo en condiciones normales.