Valcarce rememora el 1-2 en el Camp Nou: "Éramos novatos, ese fue el resurgir"
Vicente Valcarce Cano (19 de octubre de 1974, Arrecife, Las Palmas) fue uno de los grandes protagonistas de mítico triunfo del Málaga CF en el Camp Nou ante el Barcelona un domingo 7 de noviembre de 1999. Un 1-2 del que hoy se cumplen 20 años, una hazaña de un equipo recién ascendido que llegaba a Can Barça en puestos de descenso y con muchas dudas, pero que dio un auténtico golpe sobre la mesa de la mano de Joaquín Peiró y con jugadores como el propio lateral, que fue autor del segundo tanto (así lo recuerda), Agostinho, que marcó el primero, Catanha, Rufete, Sandro, Roteta, Contreras... Valcarce, que luego trabajó en el club hasta 2016, sigue viviendo en Málaga y ha atendido a ElDesmarque Málaga en el emblemático Parador de Gibralfaro para recordar aquella gran noche en la Ciudad Condal de la que ya han pasado dos décadas.
-Llegaba el Málaga con dudas al Camp Nou, en puestos de descenso, y fue un auténtico golpe sobre la mesa.
-Sí, éramos un equipo novato en la categoría, en Primera División. Yo creo que eso fue positivo, éramos todos jugadores jóvenes, estábamos iniciando nuestra carrera en el fútbol casi todos. Y todo eso ayuda muchísimo porque te libera de presión. Empiezas a disfrutar del fútbol, tu sueño siempre ha sido ser futbolista y llegas al Camp Nou, primer partido allí a lo grande... Pudo salir mal, pero todo salió bien y nosotros estábamos confiados porque teníamos muy buen equipo y estábamos muy a gusto con el entrenador, aunque se le cuestionara porque los resultadas no se daban. Llegamos con mucha moral y con ganas, ese fue el resurgir porque salió bien y nos dio muchas alas para empezar a subir y escalar puestos durante la temporada.
-Lejos de achantarse, el equipo salió al ataque y a por todas desde el minuto uno.
-Sí, porque teníamos un equipo para eso. Hasta los defensas éramos atacantes porque nos gustaba subir, tanto Rojas como yo... De mediocampo para arriba ya sabemos lo que teníamos, la velocidad de Edgar o Agostinho, la fuerza y el hambre de Catanha. Darío Silva y Sandro estaban en el banquillo aquel día y eso dice el potencial que tenía el equipo.
"Empiezas a disfrutar del fútbol, tu sueño siempre ha sido ser futbolista y llegas al Camp Nou, primer partido allí a lo grande..."
-Y a los 13 minutos ya ganaba el Málaga 0-2 en el Camp Nou.
-Desde el principio se vieron las intenciones que teníamos de ir a por el partido, de no tener miedo al Barcelona. Salimos con esas ganas y esa conexión, llegábamos con velocidad y veíamos que se ponía. Agostinho cogió un balón por banda izquierda y la reventó, ese fue el primer gol.
-Minutos después llegó el suyo, ¿cómo lo recuerda?
-Llegó esa ocasión, se quedó un balón muerto y pude entrar cara a portería con la suerte de ponernos 0-2, aunque quedaba todo el partido por delante. Eso nos dio mucha más confianza aunque luego nos marcaran un gol.
-¿Es el gol más especial de su carrera?
-Sí, por el escenario, en el Camp Nou y ante el Barcelona. Y por la trascendencia del partido, fue un gol que sirvió para sumar, para ganar un partido. Yo era defensa y llamaba la atención cuando marcábamos los defensas. Pero a mí me gustaba atacar y tirar para arriba. Luego marqué más, aunque no era mi fuerte. Me gustaba jugar al ataque. Es uno de los goles que más puedo recordar por lo que supuso y por el sitio.
-Aquel era un auténtico equipazo y la conexión con la afición fue especial.
-Sí, y eso lo sabe quien vivió esa época, el aficionado, el malagueño que se acuerda y que sabe que aquellas temporadas fueron especiales. El Málaga ascendió muy rápido a Primera División casi desde Tercera, y encima venía de una desaparición. El ascenso de la 1998/99 es lo mejor que he vivido en este club y en el fútbol, es lo más bonito y lo más grande. La gente recuerda con mucho cariño a aquel equipo y aquellos años con Joaquín Peiró, éramos una familia aunque después salieran jugadores porque rindieron muy bien.
-Una familia que seguro que sigue manteniendo el contacto.
Se pierde un poco, pero no se olvida. Hemos vivido una época muy bonita juntos, además fue el inicio de nuestras carreras en el fútbol. Siempre se coincide, con los veteranos mucho más. Son momentos buenos para volver a verse y hablar de todo, para recordar. Juntarnos aunque sea para jugar con los veteranos gusta.
"Pudo ser el gol más especial de mi carrera por el escenario, en el Camp Nou y ante el Barcelona, y por la trascendencia del partido"
-La figura de Joaquín Peiró, que llegó a ese partido cuestionado, fue clave.
-Fue una persona clave en el proyecto y en aquella etapa. Como persona era un auténtico señor, dio muestra de su educación, sabiendo estar en cada momento. Se ganó el respeto porque se lo merecía. Ha sido de los mejores entrenadores que he tenido en el fútbol. Supo manejar al grupo bien, llevarlo, supo sacar el máximo partido de cada jugador.
-Como curiosidad... Algunos jugadores fueron a casa de Torrontegui (masajista) a comer una fabada. ¿Fue uno de ellos?
-Sí, estuve allí (risas). De esto no me acordaba. Nos hicieron una fabada con mucha intención porque sabían que nos iba a dar fuerzas y ganas. Estuvimos cuatro o cinco allí, y nos dio fuerza, sí. Además estaba buenísima.