La Copa fue garrafón

No hubo vergüenza torera en Camargo, el escudo del Málaga CF no pesó más que el Escobedo. Pero esta vez, en vista del panorama actual y del que está por venir, decir adiós a la Copa puede ser hasta una buena noticia. Otra cosa son las formas, caer ante un Tercera sin apenas asustarle no es de recibo. Las probaturas no resultaron y hombres como Rolón, Boulahroud o Juanpi pincharon de nuevo en hueso en un día para demostrar algo, por poco que fuera. Los goles de Quinta y Dalisson sentenciaron (2-0) a un paupérrimo Málaga en una competición que ni le atrae ni se le da bien, a las puertas de despedir el año ante el Lugo en un partido clave para mirar al 2020 con algo más de ilusión.

Víctor se la jugó con el once

La apuesta de Víctor de inicio fue arriesgada, más que nunca, ya que decidió colocar en el once a cuatro jugadores sin ficha profesional (Gonzalo, Luis Muñoz, Ismael y Julio), dejando abierta una puerta a una posible alineación indebida. El resto, Mikel y Diego González completando la zaga, un trivote en el centro del campo -Benkhemassa, Rolón y Boulahroud- y Juanpi y Renato como acompañantes de Julio. Tras el tanteo inicial, que dibujó al Málaga como dominador del balón, la primera ocasión fue para el Escobedo. A una desatención defensiva respondió con firmeza Gonzalo, que le negó el gol a Dalisson. El Málaga contestó a cuentagotas, como en un disparo rechazado de Renato o en un córner que no atinaron a remachar Luis Muñoz y Juanpi. Renato, tan activo como desacertado, se durmió en lo que olía a buena opción blanquiazul. Había cierto ritmo, idas y venidas, pero las ocasiones no aparecían. Mucha calderilla y poco billete.

Poco del centro del campo y poco de los atacantes, salvo los detalles sin fondo de Renato. Sin chispazos de calidad, de algo diferente, entre Gonzalo, Luis Muñoz o Diego González transcurría mayoritariamente la pelota. Una vez saltaba el Málaga la primera línea, apagón. Juanpi se enmarañó en recortes excesivos y el Escobedo, con Dalisson como estilete, asomó la patita a la contra. Hasta el minuto 36 no llegó una ocasión clara para el Málaga, la firmó un Renato que volvió a caracolear aunque su chut, centrado, se marchó arriba. Se animaron los de Víctor y Julio no conectó por poco un centro de Juankar. Fue lo último que los presentes en el Eusebio Arce se llevaron a la boca en la primera parte.

Un cambio al descanso y despropósito generalizado

Víctor movió ficha en vestuarios y sustituyó a Diego González, posiblemente pensando en el Lugo, para dar entrada a Mikel Villanueva. Carlos lanzó el primer aviso desde el balcón del área en una nueva contra del Escobedo, agarrado al partido pese al paso de los minutos. No fallaron los de Camargo a la segunda que tuvieron y Quinta, en el 51, la mandó a guardar por puro corazón tras un rechace de la zaga malaguista. Se vino arriba, cosa lógica, el Escobedo y Montiel tuvo el segundo en un lanzamiento de falta que despejó Gonzalo. El Málaga, en 'shock', estuvo a merced de un Tercera durante varios minutos. Juanpi, desaparecido otra vez, asustó con un disparo que no encontró el arco.

Entró Sadiku por un intrascendente Rolón y Juanpi la tuvo en sus botas pero volvió a no embocar. El correcalles quedó activado y Luis Muñoz y Mikel molestaron lo justo a Dani para no recibir el 2-0. El Málaga achuchó, faltaría más, ante un Escobedo más pendiente del reloj que de otra cosa. Agotó sus balas Víctor con Cifu, que mandó al banquillo a un Renato que al menos mejoró la mediocridad general. Con el Málaga volcado, Gonzalo no estuvo fino quedándose a media salida y Dalisson sentenció a seis del final un partido en el que el Málaga no creyó desde el pitido inicial.