Tarde de paintball en el Málaga: equipo que come unido permanece unido
Se ha cogido el saludable hábito en el Málaga CF de comer juntos los jueves. Corren otros tiempos, es evidente. Los resultados acompañan y por fin hay cierta estabilidad. Se nota en el día a día de los jugadores, en las sonrisas de los entrenamientos y en la piña que se ha hecho fuera del verde. Así, tras varios jueves de paellas, hoy ha tocado un plan alternativo de convivencia, con un almuerzo fuera y una tarde de paintball en las instalaciones de 'Paintball Mountain', en Campanillas.
Sabrán lo que es el paintball, un juego de estrategia en el que los participantes usan bolas de pinturas y van ataviados como militares a tal efecto. La idea surgió del vestuario y acudieron todos los integrantes de la primera plantilla a excepción de Adrián, que tenía un compromiso con la AFE, y de Aarón Ñíguez, el último en llegar y que terminó tarde de su presentación como jugador blanquiazul. También acudieron al almuerzo los jugadores del filial, así como el entrenador Sergio Pellicer y el resto de miembros del cuerpo técnico.
Una piña a todos los niveles en la que los jugadores han disfrutado juntos, se han reído y han alejado por unas horas la cabeza del fútbol. Varios de ellos dieron buena cuenta de la experiencia y colgaron algunas fotos en sus perfiles de redes sociales. Este viernes toca de nuevo trabajo y cinco sentidos en el duelo ante el Zaragoza. Vencer el domingo sería dar un paso muy importante en la tabla y reforzar los lazos existentes entre todos. El equipo que come unido permanece unido.