Hoy hace siete años: tres rayos en el chárter, un aterrizaje de riesgo y el beso al suelo de Joaquín

La historia del Málaga CF guarda un buen susto el 29 de septiembre de 1956, cuando la plantilla blanquiazul que se desplazaba a Tenerife para jugar un partido sufrió un accidente aéreo. Por suerte, y gracias a la pericia del piloto, todos aterrizaron a salvo y apenas hubo heridos, aunque sí hubo que lamentar el fallecimiento de una persona que vivía en el lugar en el que el avión aterrizó forzosamente. Ha sido el mayor incidente de ese tipo que ha vivido el club, aunque en los últimos años se han producido otros dos capítulos que hoy son anécdotas que contar, pero que hicieron sufrir de lo lindo en su día a los tripulantes.

Curiosamente, ambos tenían como destino el aeropuerto de Fuenterrabía (San Sebastián), un recinto pequeño y que regala vistas impresionantes de la ciudad, pero también uno de los más temidos por los equipos de fútbol por su singularidad para el aterrizaje. Uno de ellos se hizo viral en 2016 al ser grabado por Duda, lo recordarán. El luso se llevó un mal rato y así lo retransmitió en primera persona (vídeo inferior).

El otro fue anterior. Justo hoy se cumplen siete años, aunque los tripulantes de aquel chárter no lo olvidarán jamás. El fuerte temporal obligó al avión del equipo a abortar el aterrizaje en el aeropuerto de Fuenterrabía e irse al de Bilbao. El susto fue mayúsculo por el viento, la niebla y, sobre todo por el impacto de tres rayos en la nave. Fueron dos minutos desagradables y la tensión no desapareció hasta que el chárter tocó pista. Eso sí, una vez que eso ocurrió, y con Joaquín en aquella plantilla, se imaginarán que las bromas no pararon de sucederse. El del Puerto incluso besó el suelo nada más bajarse del avión, al más puro estilo papal.

Otra efeméride más en la historia del club en una etapa actual en la que, además, los jugadores no tiene que volar y coger un avión (o varios) cada dos semanas. Más de uno (y de dos) seguro que lo agradecerán...