Ganar en la derrota: los brotes verdes de Almería

Los resultados siempre mandan, es algo que no se puede esconder. Entre ganar y perder hay un abismo, da igual lo que haya por medio. Siempre la sensación primigenia una vez acabado el partido es la que te hace acabar de una forma u otra el día pero, una vez pasan las horas, los ánimos se templan y aparecen los análisis sosegados. Los porqués, que siempre los hay, para saber qué hay que cambiar o qué hay que aplaudir. En ese punto amaneció este lunes el Málaga CF, con una derrota a cuestas pero con la sensación de que en Almería, quitando el resultado, hubo más positivo que negativo. No fue el Málaga sin ideas de Espanyol, Mallorca o Vallecas. Tuvo contra las cuerdas a un 'grande' de la categoría, al que hizo diminuto durante muchos minutos y al que sólo le faltó empujar al precipicio cuando desfilaba por él. Hay brotes verdes a los que agarrarse.

Capacidad de reacción

En los Juegos del Mediterráneo el equipo que mandó en el inicio fue, claramente, el Almería. Con Sadiq en modo ciclón, el Málaga no fue capaz de contener ni al delantero nigeriano ni tampoco la presión adelantada con la que José Gomes sorprendió a la tropa de Pellicer. Llegó el 1-0 y por momentos sobrevoló la amenaza del segundo zarpazo. Pero el equipo se regeneró de arriba a abajo. La presión pasó al otro lado, las líneas se estiraron y, fruto de ese paso adelante evidente, llegó el 1-1 tras la presión de un carrilero en zona de tres cuartos. Un gol que cambió el panorama y tras el que llegó, superado el descanso, una versión decidida y vertiginosa del Málaga. Joaquín hizo suyo el partido y el Almería se metió tan atrás que jugársela al 1-2 parecía una apuesta segura. No llegó, y sí el gol de Maras que catapultó al Almería al triunfo cuando mejor estaba el Málaga.

Joaquín muestra su esencia

A falta de Yanis el puñal fue Joaquín Muñoz. Apagado como todo el equipo en el arranque, el paso de los minutos aceleró una buena versión del malagueño. Desde la parte derecha llegó su primer gol como blanquiazul, aunque en este caso vestía de un amarillo que esta vez no trajo suerte. Esperó el momento justo para recibir un pase de Caye -gran jugada del de Isla Cristina- y fusilar a Fernando al borde del descanso. Aunque el mejor Joaquín coincidió con el mejor Málaga, tras el descanso y hasta el 2-1. El peligro lo generó él, se fabricó dos ocasiones (una tras pase al espacio de Chavarría y otra en jugada individual por la parte izquierda) y sirvió a Ramón para que el de Órgiva obligara a lucirse a Fernando. Joaquín, así lo dijo Pellicer, terminó pidiendo el cambio y lamentándose por la derrota pese a su gran papel.

Vuelta de jugadores importantes

Otra de las noticias a celebrar en Almería es que piezas fundamentales en el engranaje de Sergio Pellicer volvieron a tener minutos tras superar diferentes lesiones. Ismael Casas -suplente ante el Cartagena- jugó todo el partido primero como central y después de carrilero; Chavarría dispuso de 25 minutos y acaparó balones en ataque mostrándose con dinamismo; mientras que Escassi e Hicham tuvieron presencia en los últimos minutos del encuentro. Significativo el regreso del marroquí, ausente desde el partido en Castellón. La nota negativa en este apartado, la lesión de Calero en el arranque del encuentro.

Ramón, malaguista hasta 2024

Ramón Enríquez disputó los 45 minutos que necesitaba en Almería para que su contrato quedara prorrogado automáticamente hasta 2024. El centrocampista, que ha dado un paso adelante esta temporada consagrándose como pieza clave en los esquemas de Sergio Pellicer, ha crecido en confianza desde que arrancó la temporada. Además, el Málaga ha querido premiar al futbolista con una mejora salarial o el aumento de su cláusula, entre otras ventajas, que aún no ha terminado de concretarse.