En el origen estaba el cambio

Fuera de casa y con un sistema de tres centrales. Así, como en los mejores momentos del Málaga CF en la temporada actual, llegó un triunfo que apunta a ser reparador en Alcorcón. Lejos de ser una actuación como las de Zaragoza o Sabadell, a la tropa de Pellicer le sentó bien recobrar un plan que meses atrás presentó los mejores automatismos de un equipo que era un hueso fuera de casa. Y lo sigue siendo, los números hablan. Son ya 20 los puntos que el Málaga ha sacado a domicilio y sólo dos equipos mejoran esos guarismos en LaLiga SmartBank: Mallorca (25) y Almería (21). Urgía ganar y se ganó, fue un partido más práctico que vistoso, de cinco raspado... de suficiente como nota final. En el origen estaba el cambio.

El gol de Chavarría, de sopetón, enterró varias rachas negativas para el Málaga. La más importante, los seis partidos sin ganar que habían hecho que el cuadro blanquiazul se asomara al sótano de la clasificación. Además, tres partidos después, el equipo volvió a dejar su portería imbatida y Chavarría, en el plano personal, acabó con una sequía de casi tres meses sin marcar en la competición doméstica: no lo hacía desde el pasado 8 de noviembre en la victoria del Málaga en Sabadell. Varios fantasmas desterrados de golpe que aplanan la caída de las últimas semanas y que aumenta la fe para terminar con la racha que más escuece: la de no ganar en La Rosaleda.

Chavarría acumulaba casi tres meses sin marcar en LaLiga SmartBank: desde el 8 de noviembre en Sabadell

Está por ver si la revolución de Pellicer tiene continuidad, tanto en sistema como en nombres. Seis cambios -uno por obligación, el de Luis Muñoz- presentó en Alcorcón y al menos uno, el de un Escassi sancionado, deberá hacer frente al Zaragoza. Yanis o Joaquín Muñoz, titulares por costumbre, probaron el banquillo en Santo Domingo. Sus ausencias dejaron al Málaga sin el vértigo que acompañó al esquema de tres centrales en los triunfos de meses atrás. Ni Caye ni Jairo lo aportaron y el Málaga se centró en desconectar a un colista sin mordiente que se fue del partido sin rematar entre los tres palos. Volvió la solidez y, en la única acción en la que el Málaga pudo y supo galopar, llegó el gol del triunfo.

Un nombre propio a destacar

De todos los futbolistas que tuvieron minutos -fueron 13 sólo, Pellicer únicamente realizó dos cambios- uno de ellos mostró una versión superior a la de partidos anteriores: Alexander González. El venezolano, con permiso del héroe Chavarría, fue el futbolista más descarado en un partido bastante soso. Jugó a banda natural y el esquema de tres centrales, como meses atrás ocurrió con Calero y en ocasiones con Matos, le permitió hincar el diente a la zaga 'alfarera' apareciendo continuamente en ataque. Demostró buen pie con varios centros con mucho peligro y en defensa estuvo más sereno. Fue una actuación más que interesante la del carrilero, posiblemente la cara más positiva del triunfo en Alcorcón.