El movimiento en el tablero que desató a Luis Muñoz

Del triunfo frente al Rayo, el primero en cuatro meses en La Rosaleda, se pueden extraer varias conclusiones a nivel colectivo. Todas, esta vez, positivas. Pero para llegar a esa versión coral hay que detenerse en los detalles individuales, en la riqueza táctica y en el nuevo retoque del sistema que ha traído un buen Málaga en Gijón pese a la derrota y, este domingo, en La Rosaleda. No es nada nuevo que Pellicer retuerza sus opciones sobre el tapete, en muchas ocasiones por ausencias en forma de lesión o sanción. La última de Ramón -ya recuperado aunque sin minutos desde su vuelta- motivó el paso a la medular de Alberto Escassi. Un movimiento en el tablero que permitió que ante el Rayo Luis Muñoz 'volara' como no se había visto esta temporada. El anclaje del paleño desencadenó que el capitán mutara en un box to box a la malagueña.

Porque ha sido muy habitual ver esta temporada a Luis Muñoz compartir doble pivote con Ramón. De hecho, ha sido la fórmula más usada por Pellicer. Sin embargo, sobre todo en días grises, ha parecido ver al '8' del Málaga demasiado solapado con su compañero. Sin campo abierto, quizá con obligaciones que no casan con sus mejores virtudes. En los últimos dos partidos el giro de guion ha llevado al Málaga a jugar con un 4-1-4-1 o un 4-1-2-3, según se quiera ver, con Escassi como bastión por delante de la defensa. "Tener a jugadores de vuelta nos ha permitido mover a Alberto, que se siente más cómodo ahí. Nos da consistencia, equilibrio y entre los centrales se sitúa bien para hacer coberturas", señaló Pellicer una vez concluido el encuentro.

"Tener a jugadores de vuelta nos ha permitido mover a Alberto, que se siente más cómodo ahí", aseguró tras el partido Pellicer

Despojado de la obligación de sacar la pelota desde atrás, Luis Muñoz encontró libertad para ocupar zonas desérticas a su antojo. Apareció por izquierda, por derecha, en la frontal e incluso dejando dos arrancadas desde el centro del campo que acabaron en el área rival. Una de ellas fue una clara ocasión de gol que abortó Luca Zidane. Fue un jugador indetectable durante muchos minutos para el Rayo, estirando al equipo con el balón y haciendo labores más de mediapunta que de centrocampista. Así, apareciendo por sorpresa, llegó su gol. Bueno, su golazo, el segundo de la temporada: una compleja volea en el corazón del área directa a la red.

"Con este dibujo, que durante la temporada no hemos podido tenerlo por falta de jugadores con molestias o sanciones, pensábamos que Luis, con esos metros de adelanto, junto a Jozabed, nos podía ayudar", detalló Pellicer, haciendo hincapié igualmente en otro jugador, Jozabed, que ha dado un paso adelante en los dos últimos partidos. La posición de Escassi también le ha liberado, pudiendo aparecer con más soltura y conectar con la delantera. Ha adelantado varios metros, se le ve más cómodo y eso se nota en su fútbol. Es la segunda cara positiva de un movimiento táctico que ha encontrado frutos.