Sekou Gassama y su familia, de vivir sin papeles a vivir del deporte

Hay miles de historias personales entre aquellos que logran hacerse un hueco entre los profesionales del deporte. Una de ellas es la de Sekou Gassama, delantero del Málaga CF, y su familia, que pasó de inmigrar sin papeles a Mataró a ver cómo sus cuatro hijos viven ahora de lo que les reporta ser deportistas de élite.

Así lo contaron este miércoles en el programa 'El Larguero' de la Cadena SER. Issaga Gassama (59 años), el padre de la familia, explicaba cómo llegó a España desde Senegal hace ahora 40 años: "El momento de mi llegada fue muy duro, por el tema de trabajo. Era una situación muy complicada, imposible conseguir papeles y trabajo aunque quisiese. Lo pasé muy mal". Llegó a Mataró haciendo primero parada en Las Palmas y volando después a Barcelona: "Le dije al taxista que iba a Mataró. De la 01:00 a las 06:00 di vueltas y me preguntaba dónde y le decía que no sabía", proseguía.

"A las seis vi a un negro que iba al campo. Paré el taxi y le pregunté y hablaba fula. Le di todo el dinero que tenía al taxista. No me quedó nada. Se fue muy cabreado porque ni siquiera llegaba. Estuve en casa de esa persona, en el sofá, durante seis meses. Luego tuve que pedir unos préstamos para vivir en una casa sin luz ni agua", continuó relatando Issaga, que más tarde formó una familia con Foune Cissokho.

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Mamadou, Kaba y Goundo, jugadores de balonmano

Kaba (26 años), la hermana menor de Sekou, juega al balonmano en el Fleury de Francia y es una de las fijas en las convocatorias de las Guerreras, la selección española femenina, con la que recientemente consiguió la cuarta plaza en el Mundial de España. "Para mí mis padres son un ejemplo a seguir. Siempre que me preguntan un referente, les digo a ellos. Se fueron de sus países para que su familia tuviera un buen futuro. La verdad es que es de agradecer. Mis hermanos y yo intentamos que tengan la vida más tranquila ahora, ya que de jóvenes no pudieron", comentaba.

Por su parte, Mamadou (28 años), el mayor de los cuatro hermanos, forma parte de la plantilla del Sporting de Portugal de balonmano. La hermana menor, Goundo, a sus 16 años, es portera de balonmano -todavía no es profesional- y ha llegado a debutar en las categorías inferiores de la selección. Ella prefería el fútbol, pero acabó dedicándose al balonmano: "Mi padre insistía con el baloncesto porque tenía altura. Como Kaba, en el cole hacíamos torneos y veía que se me daba bien. Con seis años ya me apunté".

Sekou, de preferir el kárate al Málaga

"Yo empecé a jugar al fútbol y no me gustaba", indicó Sekou Gassama. "No me acuerdo muy bien, pero por lo que me cuentan me gustaba mucho la pelea, el kárate. Yo decía que quería kárate, pero me dijeron que al fútbol. Y me decían que si metía goles me iban a hacer un bocata de cordero", añadió.

Sobre sus padres y la historia que tienen detrás, el ariete del Málaga recalcó: "Te das cuenta de que somos unos privilegiados. Mis padres sufrieron para que mis hermanas y yo fuéramos deportistas. Si no hubiesen salido de Senegal y no hubiesen sufrido, esto nunca hubiese pasado. Estaríamos en el pueblo. Muchas veces lo he pensado cuando hemos ido al pueblo, la suerte que hemos tenido no la tienen otros. Sin ellos no tendríamos este presente o el futuro que nos han dado".

"Es una de cal y otra de arena: te ves como profesional porque no te falta de nada y luego al salir ves la realidad que hay ahí. Me costó porque en Granollers no había muchos jugadores. Ahí mi padre me empujó para seguir apoyando. En el Barça era defensa y luego cuando salí fui delantero centro", puntualizó Sekou Gassama sobre el apoyo incondicional de su familia.