No llegó a tiempo la respuesta

El Málaga CF pudo traerse un valioso punto de su visita a Gran Canaria, pero la reacción llegó demasiado tarde. Fue la UD Las Palmas la que acertó cara a portería y los de Pablo Guede los que tuvieron que remar contracorriente, firmando su peor partido desde que llegara el argentino. Y si Dani volvió a impedir que los locales aumentaran su renta goleadora, Vallés se encargó de que los blanquiazules se quedaran sin premio en el tiempo final.

Con la lengua fuera, el corazón en un puño y la certeza de que de haber tenido 10 minutos más de juego se podría haber peleado algo mejor que un 2-1, el Málaga se vuelve de las islas con lo mismo con lo que se marchó.

El planteamiento inicial del Málaga fue bueno. Muy bien plantado atrás, con muchos jugadores en su campo y noqueando por completo a los de García Pimienta, que tenían el balón pero no eran capaces de acercarse a la portería de Dani.

Pero fueron pasando los minutos, los amarillos iban ganando en confianza y la idea de Guede empezaba a ser demasiado arriesgada. Y llegó la jugada que dejó claro que el plan no iba a servir. Dos palos. Dos toques a la madera de forma consecutiva. Los dos tras dos malas posiciones de Peybernes. Y empezó el declive.

Porque tanto va el cántaro a la fuente, que se acaba rompiendo... Fue Jonathan Viera el que abrió la lata con un disparo desde el corazón del área. No llegó a tapar Peybernes y no pudo medir bien Dani, tapado por propios y ajenos.

Menos mal que el espíritu de Guede se adueñó de nuevo de sus jugadores, porque parecía haberlos abandonado durante 35 minutos. "No bajar nunca los brazos es lo que más les pido", insiste el argentino siempre que puede. Y eso parecen haberlo asimilado bien y pronto. Porque, a pesar del resultado en contra, no se achicaron los blanquiazules y buscaron con ahínco la portería de Vallés. Vadillo tuvo la más clara, pero le dio con más corazón que acierto y su disparo al segundo palo se marchó fuera por muy poco.

Una reacción que se dilató demasiado

Los múltiples fallos tanto defensivos como en salida de balón de Peybernes le dejaron en el banquillo al terminar el descanso. Entró Febas y se retrasó Genaro. Estaba mejor el Málaga. Con más ideas ofensivas, con más entusiasmo, con más ilusión. Pero no acababa de encontrar el hueco. O lo encontraba, pero en posición antirreglamentaria. Demasiadas veces.

Y de nuevo pasaban los minutos y de nuevo recuperaba espacio y protagonismo la UD Las Palmas, que se plantaba con mayor facilidad en el entorno de Dani. El asturiano volvió a tirar de reflejos para impedir que la ventaja de los locales fuese mayor.

Este tipo de partido hizo estragos físicos en el Málaga, que obligaron a Guede a hacer de nuevo malabares con sus once hombres. Entró Ismael para sustituir a un Ramón que se había quedado tirado en una acción a la contra de Las Palmas y el de Linares se colocó en defensa y volvió a adelantarse Genaro. También dio una vuelta de hoja a los de arriba, sentando a Antoñín y Brandon.

Parecía que podía llegar la reacción malaguista, pero un fallo tonto de Jozabed tras un saque de banda dejó la pelota completamente vendida para un Jesé que poco más necesita para hacer un gol que terminó de machacar a los blanquiazules.

Justo tras esa diana se vio al Málaga más guedista. Una jugada polémica en la que podría De la Fuente Ramos haber pitado penalti del meta amarillo sobre Sekou. Un nuevo cambio en las filas de Guede. Y una buena salida de Genaro que se la enchufa a Febas. Y Febas que, haciendo lo que mejor sabe, la cruza para enviarla al segundo palo, poniéndola imposible para Vallés. Se acortaron las distancias... y se acababa el tiempo.

Fue Vallés el que evitó que un cabezazo de Roberto a centro de Cufré pusiera el empate. Un señor cabezazo que se topó con un señor paradón.

El punto más negativo llegó en el descuento. El Málaga terminó el partido con diez. Víctor Gómez la estuvo tanteando durante 90 minutos protestando, quejándose y guerreando continuamente. Una falta le costó la segunda amarilla y un gran disgusto para el equipo, que no podrá contar con él, como mínimo, el próximo fin de semana.