Se llama Bianca, tiene cuatro años y es una fiel malaguista en la grada de animación: "Es una sufridora"

Bianca Cayuela es una de las gargantas que anima cada jornada al equipo de sus amores en La Rosaleda. Como se aprecia en el vídeo que encabeza este reportaje, vive el fútbol como un sentimiento. Palmas, cánticos, bufandeo y hasta le da al bombo con energía. Los de su alrededor quedan boquiabiertos con su entusiasmo, porque... ¿cómo una cosa tan pequeña puede vivirlo de una forma tan grande? Parte de culpa la tiene su familia, que sigue una tradición que ya va por la cuarta generación. Es malaguismo de nacimiento. Y tiene cuatro añitos.

Esta pequeña hincha del Málaga empezó a ir a La Rosaleda a los pocos meses de edad, según cuenta a ElDesmarque su padre, Jorge Cayuela. "Vive los partidos con entusiasmo y con ganas de entrar, coger alguna bandera o tocar el bombo", asegura con orgullo. Van siempre en familia. Bianca es la pequeña del grupo, pues está su hermanito mayor Fabio, la mamá, Bibiana Castilla, el padre y, cuando llegan a la zona donde se coloca la grada de animación, también se juntan con la hermana de Jorge y sus hijos Valeria y Martín, primos también pequeños de Bianca.

"En homenaje a la abuela Virtu, que falleció demasiado joven, todos ellos llevan en sus camisetas el dorsal 8".

Cuando el Málaga pierde, Bianca se pone triste, pero si los blanquiazules marcan gol reclama su parte favorita de la experiencia: que su padre le coja a hombros para celebrarlo. No solo es "sufridora" del equipo blanquiazul, también lo es del Unicaja y la selección española. "Para mí es un orgullo que mis hijos sigan mis pasos", admite Jorge, que ahonda más en esta historia de arraigo malaguista.

Porque ser del equipo de la tierra en que la naces se puede inculcar. Es hereditario. De ello se aseguró el abuelo de Jorge con su hija Virtu y lo que ahora hace el papá, Jorge, con la pequeña Bianca. El sentimiento malaguista pasó de abuelo a madre, de madre (Virtu) a hijo (Jorge), y de hijo a nietos (Bianca y Fabio). Virtu era conocida en fondo bajo como "la abuela del Frente", aunque solo tenía 57 años.

En homenaje a la abuela Virtu, que falleció demasiado joven, todos ellos llevan en sus camisetas el dorsal '8'. "Ella me inculcó unos valores que intento transmitir a mis hijos, que eran defender lo nuestro a capa y espada. Lo malo que se me fue demasiado pronto para arriba. Pero quiero hacer que su recuerdo sea eterno", cuenta emocionado Jorge.

La abuela Virtu, socia durante años del Málaga CF, "verá orgullosa desde el cielo a sus nietos defender el equipo de su ciudad". Al Jorge le tranquiliza ver a sus hijos pequeños con esa costumbre: "Viendo lo que veo, el futuro está asegurado".

El Málaga ha superado en Primera RFEF los 17.000 abonados y muchos de ellos son adolescentes, jóvenes, niñas, bebés que son el futuro de la Memoria, el Compromiso y la Fe.

La de Bianca es otra historia escondida entre las gradas que refuerza lo que ya vivimos con el relato del pequeño Hugo, otro minimalaguista hasta la médula. "Mi abuelo me llevaba a mí cuando era pequeño, espero que mis hijos me lleven cuando yo sea abuelo", desea Jorge, papá de Bianca, que si por ella fuera, se pondría de apellido 'Azul'.