Siete años después de la última vez, el Málaga ha alcanzado la cifra redonda de los 20.000 abonados. Un dato histórico que no se dio en ninguno de los años reicentes en Segunda, pero sí en Primera RFEF. La noticia llega después de la alegría por el triunfo en el derbi ante el Decano, en un día donde La Rosaleda volvió a dar una lección al fútbol nacional con más de 25.000 espectadores en la tercera categoría.
Por goleada, el Málaga es el club con más abonados del Grupo II, muy por delante del Castellón y sus 14.000 o el Córdoba y los 13.000. El Dépor es el máximo estandarte en cuanto a masa social, pues congrega ya a más de 28.000.
La cifra de socios supera con creces a los 16.500 del año anterior en Segunda, cuando se vendió un supuesto proyecto de ascenso a Primera. Haber descendido ha sido, para muchos, una oportunidad de acercarse al club de su tierra a un precio más asequible y con unas sensaciones nuevas, de fútbol genuino, sin VAR, sin aditivos, con horarios que se echaban de menos (benditos domingos a las 12.00 horas) y con equipos tanto históricos como con poco lustre.
La posibilidad de visitar estadios singulares no muy lejanos en trayecto ha sido un plus para reencontrarse con la ilusión del infrafútbol, lleno de carencias y con una Primera RFEF deficitaria en lo económico y en infraestructura, pero donde se cultiva con más facilidad el amor al fútbol como experiencia de masas y distinta a lo que engloba la profesionalización que define a LaLiga.
En el barro, más allá de los fieles de siempre, hay muchos jóvenes que han regado este año su sentimiento malaguista. Hay otros que han vuelto tras años sin ser socio. Las alegrías se disfrutan el doble en este contexto, donde el Málaga pelea por volver al fútbol que le corresponde, el de élite. La semilla del malaguismo crece y se aprecia con historias como las de Juan Alejo y su amor al escudo, Encarnita, la abonada más antigua, o el pequeño Hugo y sus ganas de acompañar al equipo desde que nació.
"Estaríamos muy satisfechos con repetir el número de la temporada pasada", aseguraba el director general, Kike Pérez, a principios de la campaña. Iban muchas temporadas con el objetivo deseado de los 20.000 entre ceja y ceja. No se lograba desde el último año en Primera, en la temporada 2017/18. Ahora es una realidad. Mientras la realidad extradeportiva intenta salir del túnel con el Caso Al-Thani a la espera de juicio, la pasión por el Málaga no cesa. Todo lo contrario. No para de crecer, sea en la categoría que sea.