El plan con Ramón, más cerca de su regreso

La temporada va goteando partidos y ya son once los restantes en una recta final cuanto menos emocionante en la clasificación. Mientras el tiempo se consume, el Málaga recupera efectivos, pero todavía hay un nombre que se resiste a salir del bucle y es el de Ramón Enríquez. Esta semana ha podido pisar más césped, aunque con entrenamientos en solitario que no invitaban a visualizar cuándo estará disponible para jugar. Sin embargo, este viernes Sergio Pellicer ha desvelado que su vuelta a la normalidad está más cerca.

"El plan de Ramón es que la semana que viene empiece a entrenar con el grupo. Ese es el plan. Sí que lo veo bien, pero vamos a ir día a día. Viene de una inactividad muy grande y esperemos que sea la vez definitiva", ha asegurado el entrenador malaguista, que para el partido de este domingo en La Rosaleda recupera a Roberto y Manu Molina, pero le surge la duda de Juan Hernández por una sobrecarga.

Continuó con su discurso el castellonense:  "Yo les digo a los jugadores que ahora es un momento para que estén muy centrados en el día a día de entrenamiento. Una vez que acabe el entrenamiento, el cuerpo lo tienen que cuidar para el fútbol y la mente despejarla de fútbol. Esa es la clave. El cuerpo hay que cuidarlo, el tema de los hábitos. Cualquier pequeña lesión nos va a marcar, porque luego tiene un proceso de recuperación y porque la competición no para".

"Creo que es esto es muy importante y, en este caso Ramón va a tener su proceso. Y la semana que viene, si no pasa nada, que esté con nosotros y que haga una semana casi completa ya con el grupo. Porque entrenar solo es lo peor para un jugador, estar inhabilitado y no poder entrenar con sus compañeros", finalizó.

Calvario que va para once meses

Ramón, desde que el pasado 23 de abril de 2023 se rompió el cuádriceps, acumula cerca de once meses sin competir en partido oficial. El centrocampista, uno de los capitanes del equipo, quiere ser partícipe del ascenso del Málaga a Segunda y quitarse la espinita de no haber podido ayudar a frenar el descenso el año pasado.

Su readaptación ha sido con la mayor de las paciencias en un proceso donde ha imperado la calma, el no querer jugar antes de tiempo. Fortalecer el músculo para prevenir una recaída es fundamental. Acaba contrato en junio de este año, por lo que se juega más de lo que parece. Una renovación, ni más ni menos. Ha recuperado algo de ilusión y autoestima tras haber sido incluido en la prelista de España para los Juegos Olímpicos. Pellicer confía en él al máximo. Está más fino y quiere ayudar en la recta final del campeonato.

"Quiero que sea mi año", dijo el 10 de agosto. "Siempre puede haber contratiempos, pero espero que esté para competir en septiembre. Es una lesión en la que hay que tener mucho cuidado", vaticinó. Todo se demoró demasiado, en parte por culpa de la lesión en el recto anterior del cuádriceps de su pierna derecha a mediados de diciembre. Su regreso debe seguir un plan, pero al menos, el final del túnel al fin se atisba.