Ramón sonríe tras 343 días de calvario: "Llevo soñándolo mucho tiempo"
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"Lo estaba deseando. Va a ser un día que recuerde siempre", dijo tras su vuelta
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La mejor noticia en una tarde aciaga: Ramón Enríquez volvió a jugar once meses después
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Ramón Enríquez volvió a sonreír casi un año después de romperse el cuádriceps en aquel partido ante el Lugo en el Anxo Carro. El centrocampista disputó 45 minutos a un nivel sorprendentemente bueno, teniendo en cuenta el tiempo de ausencia. Está fino, cada vez más a tono. De hecho, se le vio cómodo, pidiéndola, asumiendo riesgos y filtrando pases clave. Llegó a la rueda de prensa pospartido con ganas de expresar el cúmulo de sentimientos.
"Ha sido mucho tiempo, un tiempo bastante largo. Ha sido complicado y hubo altibajos. Volver a jugar en casa, con tu afición viéndote, tu familia en el campo.... me he sentido mejor de lo que creía. Fue un partido bastante complicado, de ida y vuelta y el contexto quizá no era el idóneo. Me sorprendió un poco. Pero ha salido muy bien, estoy contento y de aquí para arriba", dijo el capitán malaguista, que sustituyó a Juanpe tras el descanso.
Ramón quiere ir a más y ser importante en los últimos ocho partidos. "Lo normal es que vaya acumulando carga y pueda participar más poco a poco, pero va a ser un proceso muy largo. Hay que andar con pies de plomo. El míster, si lo ve oportuno, pues ojalá puedan ser muchos más minutos".
No es lo mismo entrenar al cien por cien que la tensión y la exigencia de un partido, aunque sean 45 minutos. Once meses sin competir son muchísimos y eso, en las piernas, se nota mucho. "He terminado bien, sin dolores, un poco reventado, pero bueno", decía sonriente. Cuando Pellicer lo mandó a calentar en la primera parte "no fue un marrón, al revés, lo estaba deseando. Va a ser un día que recuerde siempre. Llevo soñándolo mucho tiempo".
"Hay que llegar a las cinco últimas jornadas con opciones a todos y si no se da , pues llegar al playoff lo mejor posible"
En lo sentimental también fue un momento importante para el canterano malaguista. ¿En quién piensa después de todo lo que ha vivido en los meses de recuperación, readaptación y constante incertidumbre? "Me cuerdo de mi familia, de mi pareja, de la afición. Porque se suele hablar mucho cuando la cosa no va tan bien. Siempre que me crucé con malaguistas por la calle me dieron ánimo, su apoyo. Lo que he sentido hoy llevaba mucho tiempo sin sentirlo".
Lamentó el resultado del Málaga, que se estrelló con el larguero en el descuento y solo pudo quedarse con un punto de los tres que debía conseguir para seguir metiendo presión al Córdoba (2º) y al Castellón (1º). "Son partidos que, por una cosa u otra, no salen. El rival también juega y ha jugado muy bien. Es un partido para aprender y corregir errores. Nosotros queremos ganar siempre. Hay que llegar a las cinco últimas jornadas con opciones a todos y si no se da, pues llegar al playoff lo mejor posible".