Sergio Pellicer, emocionado tras el ascenso: "Hacer feliz a tanta gente es algo impagable"
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Milagro no, es cuestión de fe", resumió el técnico tras el éxtasis en Tarragona
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"Lo que hemos generado este año no lo he visto nunca", confiesa
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La locura de Málaga: así se vivió el gol que vale un ascenso
El ascenso místico e inefable del Málaga es de mucha gente y por infinitas razones, pero si hay un artífice de que todas las aristas hayan conectado, ese ha sido Sergio Pellicer. El entrenador malaguista vivió el día más feliz de su carrera llevando al Málaga a Segunda, donde no pudo mantenerlo en la recta final de la pasada campaña. Su espinita ya no existe. Visiblemente emocionado, rompió a llorar tras el pitido final y trató de contenerse en rueda de prensa, aunque dejó reflexiones más sentimentales que técnicas. No estaban los corazones para hablar de táctica y claves del surrealista 2-2 final.
"Hay que tener empatía con el rival. Son situaciones que son difíciles. Muy contento por la afición, por la gente del club, por mi familia. Solo tengo palabras de agradecimiento para todos. Ha sido un final brutal que nunca podíamos imaginar. Pero esto es lo bonito del fútbol. Lo que hemos generado este año no lo he visto nunca. Imagínate como estará Málaga hoy", decía en primer lugar el de Nules.
Lanzaba una reflexión compartida por tantos otros con respecto a la semilla de malaguismo que germina a paso estable y firme. "La afición ha estado brutal durante todo el año. Se ha generado algo que nunca he visto en años. Eso viene por la energía de los chicos jóvenes y los veteranos que han llegado. Hubo mucho sentimiento de pertenencia. A la afición le digo que lo disfrute. Los esperamos en el aeropuerto. Me gustaría abrazarlos uno por uno a todos. Esto es algo inexplicable".
El gol de Antoñito Cordero en el descuento de la prórroga significó el ascenso. Un desenlace de bonita literatura: un chaval de 17 años que a principio de temporada partía como base del Atlético Malagueño, no como héroe de una ciudad entera. "Milagro no, es cuestión de fe. Fue un partido donde no hemos estado bien. Yo estuve aquí en el Nàstic - Ceuta y sabía que hay que tener gestiones emocionales. Nos ha chocado cuando nos han marcado el 1-0. Luego el definitivo ha sido en la última jugada, como ocurrió en San Fernando [con el de Herrero]. Ahora siento un alivio por todo lo que viví el año pasado. Ahora puedo dormir tranquilo por, sobre todo, hacer feliz a tanta gente. Es algo impagable", expresó con brillo en sus ojos.
Fe inquebrantable
"Yo siempre he creído en el equipo. El fútbol te da lecciones de vida. Al Nàstic, lo que el fútbol le ha quitado hoy seguramente se lo devuelva. La lección es que hay que creer y creer. A los que creían, muchas gracias".
"Siempre lo he dicho, no tengo que callar bocas. Soy un malaguista más. En otro club hubiese actuado de otra manera seguramente, pero cualquier decisión que tomé fue por el bien del club. Nuestra profesión es así: pasas de héroe a villano en nada. Lo principal es hacer feliz a la gente. A nivel personal lo pienso mucho: he sido mal marido, mal hijo, mal hermano, mal cuñado... porque han tenido mucha ausencia por mi trabajo. Para toda esa gente a la que no le he dado tiempo, me acuerdo muchísimo de ellos", terminó.
Este domingo, en la celebración del título por las calles de Málaga, recibirá el respeto y el cariño de miles de aficionados, trece meses después de que se confirmara su continuidad entre un mar de dudas. El fútbol y sus vueltas.
🤍 𝗨𝗡𝗔 𝗖𝗢𝗦𝗔 𝗜𝗡𝗘𝗫𝗣𝗟𝗜𝗖𝗔𝗕𝗟𝗘 🩵
🃏🎶La euforia del @MalagaCF tras conseguir el ascenso en el último minuto de la prórroga.#PrimeraFederación pic.twitter.com/EvyI2klVk3
— Primera Federación (@Primera_RFEF) June 22, 2024
La reacción del banquillo al ascenso: ¡Vellos de punta!
Con Pellicer no se puede perder