El efecto mariposa con Manu Molina: de descarte del Zaragoza a líder del Málaga
-
El centrocampista onubense se reencuentra con su exequipo este domingo
-
Una rescisión en Zaragoza y una serie de acontecimientos acabaron con Manu Molina en el Málaga... sobre la bocina
-
"No me da miedo la palabra ascenso", dijo en su presentación. Acabó lográndolo.
Dice un proverbio chino que el aleteo de una mariposa puede sentirse al otro lado del mundo: pequeños cambios pueden conducir a consecuencias grandes, sin necesidad de estar relacionados entre sí. Ocurrió con la llegada de Manu Molina al Málaga en el último día del mercado de 2023. Días después de rescindir con el Zaragoza, mientras que el Málaga buscaba un extremo y sondeaba a un delantero (Franchu, Campuzano), el onubense acabó cambiando La Rosaleda por La Romareda. Este domingo se reencuentra como local ante su exequipo (18.30 horas).
Fue el undécimo y último fichaje para Primera RFEF. Entonces, la afición se preguntó: ¿Por qué Manu Molina, si no es el perfil de jugador que se buscaba? Loren Juarros justificó este fichaje, mitad improvisado, mitad contemplado, pues ya lo habían sondeado a principios de pretemporada. "Manu [Molina] ya era una opción que barajamos. Siempre hubo la sensación de que si no encontraba lo que él pensaba, nos dejaba la puerta abierta tanto él como su representante para que Málaga fuera una opción".
Y así ocurrió. Tenía ofertas de México (FC Juárez) y Chipre, además del Real Murcia y el Dépor en Primera RFEF, pero el futbolista apuró hasta el final de mercado porque su prioridad era quedarse en Segunda, donde tuvo interés del Eldense. La opción del CD Tenerife, buena a su criterio, no cristalizó porque finalmente se decantaron por Bodiger. Al final, una serie de casualidades desembocaron en Manu Molina vestido de blanquiazul.
Firmó hasta junio de 2025, por lo que termina contrato pronto, pero tiene una cláusula de renovación automática si juega el 50% de los minutos que dispute el equipo esta temporada. Va camino de ello y quiere quedarse porque, como ha confirmado en varias entrevistas, aquí ha encontrado "su sitio", donde él y su familia son felices.
Un acierto mayúsculo
Fue muy transparente Loren Juarros, que no dudó en explicar los porqués de una contratación que elevaba el nivel del equipo, como se acabaría confirmado tiempo después por su rendimiento y vital importancia como pegamento en el vestuario. "Por su polivalencia y estilo de juego nos puede permitir que algunos jugadores que juegan en esa zona del campo podamos tirarlos más arriba y que los chavales jueguen con mucha más libertad, porque él va a dar más cuerpo y potencia a todo el centro del campo. Eso va a beneficiar al descaro y el atrevimientos de los de arriba", decía el director deportivo.
En otras palabras, la entrada de Manu Molina en el once serviría para que jugadores como Dani Lorenzo estuvieran más cerca del área y con mayor libertad para generar, filtras pases en ataque y despreocupándose un poco más de la salida de balón. El tiempo le dio la razón: aunque le costó arrancar y coger ritmo, Manu Molina se convirtió en indiscutible. Y todavía lo es más en Segunda División.
Un descarte para Escribá en el Zaragoza
Lo que es malo para unos, es bueno para otros. Manu Molina salió del Zaragoza cuando le restaba un año de contrato porque el entrenador de entonces, Fran Escribá, no contaba con él. El centrocampista fue una petición expresa de Juan Carlos Carcedo, técnico anterior que ya lo había entrenado en el Ibiza. Con él jugaba siempre, pero tras su marcha, todo cambió. Tan solo dos veces fue titular con Escribá.
Lo confesó el propio futbolista en su presentación con el Málaga CF. "Allí, con el segundo míster [Escribá], al final él cuenta más con otros futbolistas. Nunca bajé los brazos, siempre entrené bien y es respetable su decisión. Soy un profesional de esto y lo único que me queda solo me queda trabajar".
En Málaga terminó encontrando su lugar idílico. Cuesta imaginar una alineación sin su presencia. En Anduva anotó su primer gol. Aunque no sirviera para puntuar, es de los pocos logros que le faltaba. Ya fue pieza clave del ascenso a Segunda y en la categoría de plata dirige a su equipo, como brújula de Pellicer, además de ser el cuarto jugador de LALIGA HYPERMOTION con más pases completados con 1.151 en 23 jornadas.