El Málaga se encomienda a varios 'fichajes' de la casa y a la exprimidora de Pellicer

"No va a venir ningún salvador", vaticinó Pellicer días antes de un cierre de mercado amargo para el Málaga, único club de LALIGA HYPERMOTION que no ha fichado a ningún jugador. Alberto Marí era la única opción factible para la dirección deportiva, pero se diluyó porque hubo cambios de última hora en el Zaragoza que le obligaron a cerrarle las puertas cuando ya tenía pie y medio fuera. Al final, el balance de mercado no puede ser positivo cuando has perdido a dos piezas, aportaran poco o nada, y no has repuesto ninguna.

Seguramente, el Málaga no echará en falta a Sergio Castel en la delantera ni a Moussa en el puesto de central. El primero no demostró estar a la altura de su fichaje, y al segundo le faltaban oportunidades y minutos que Pellicer no iba a poder darle con una amplia nómina de defensas por delante: Nelson Monte, Álex Pastor, Einar Galilea y Murillo. Pero no dejan de ser dos salidas que no se contrarrestan con ninguna llegada.

Al Málaga solo le queda estar pendiente de los agentes libres que, una vez finalizado el periodo de fichajes, sí podrían firmar. Hay dos fichas libres, pero apuntan fuentes del club que la plantilla está cerrada ya al 99% de probabilidades. Son los que son, están los que están para lo que resta de temporada. El objetivo de la permanencia deberá lograrse con los 27 jugadores que hay, cuatro de ellos con ficha del filial: Izan Merino, Aarón Ochoa, Antoñito Cordero y Chupete.

Pellicer y la gestión de recursos

Le toca ahora a Sergio Pellicer rentabilizar lo que tiene, algo que ya aprendió de golpe en la temporada de las 18 fichas, salvando las distancias. Tiempos que quedan en el recuerdo como un ejercicio de maximización de recursos que rozó lo memorable. Muy difícil hacer tanto -dos permanencias en temporada y media- con tan poco. Actualmente, la situación no es comparable. Hay mucho más margen y piezas para la rotación, una situación más tranquila en lo clasificatorio (a siete del descenso), una economía saneada, una ambición rebajada... pero a la vez hay riesgos que invitaban a elevar el nivel de la plantilla en el mercado. No se hizo.

Porque habrá 27 jugadores, pero las lesiones siempre están presentes y ese número siempre queda reducido. Dani Lorenzo se acaba de operar de una osteopatía de pubis y no se le espera pronto. Juanpe seguía en un bucle, aunque este martes se reincorporó al grupo tras su lesión. La fisura de costilla de Luismi lo dejó fuera en el último partido.

Además de las bajas, ya sea por dolencias físicas o por sanción, la clave será ver cómo evolucionan algunos jugadores que llevan la incógnita en su rendimiento. Sangalli ha decepcionado las veces que ha tenido oportunidad de demostrar lo contrario; Kevin no termina de explotar y de vez en cuando se topa con alguna lesión muscular; Roko Baturina vuelve a ser un delantero demasiado circunstancial; los talentosos Aarón Ochoa y Antoñito Cordero viven un tramo valle del que esperan salir pronto; Rahmani está lejos de su nivel de antaño, Jokin Gabilondo o Carlos Puga no terminan de encontrar su pico de forma en 2025...

Pellicer tiene trabajo para exprimir a sus jugadores al máximo en las jornadas que quedan, una segunda vuelta donde las tres derrotas consecutivas invitan a estar "con el gancho", mantra tan repetido por el castellonense. Hay margen de mejora de muchos, desde la defensa -ahora más débil en estos cuatro primeros partidos de año- hasta el ataque, y también hay brotes nuevos que deben mantenerse.

Ramón asoma con destellos muy positivos, Dioni está a buen nivel, Julen Lobete despunta como segundo delantero, Larrubia está en el camino de ser fundamental de nuevo... y Haitam es un as bajo la manga si la suerte con su físico acompaña, como Chupete será un comodín, el verdadero 'fichaje' entre comillas, el gran beneficiado de que Loren Juarros se desprendiera de Castel y no fichara a ningún delantero.