Las cinco claves de una selección española femenina para la historia
No hay duda que el crecimiento del fútbol femenino en España ha subido varios escalones de golpe en los últimos años. Es algo que ya iba dejando su reflejo en las categorías inferiores, campeonas de Europa en sub 17 y sub 19, y campeona del mundo en sub 17 y subcampeona en sub 20, pero su mayor exponente, la selección femenina absoluta, ha terminado de confirmar todos los pronósticos.
El fútbol femenino español está marcando una época. Las internacionales de Jorge Vilda han escrito una de las páginas más bonitas de la historia, no solo por la primera victoria en un Mundial o el pase a octavos, también por demostrar que puede mirar a la cara a las grandes potencias mundiales. Y hasta aquí no se ha llegado tras muchos años de trabajo y esfuerzo.
La unión
Es la característica principal del equipo de Jorge Vilda. No solo podrás escuchar al seleccionador hablar de que el equipo es una familia, también a cualquier jugadora la podrás oír hablar de que son una familia y que van todas a una.
Es la gran seña de identidad del equipo. En cada entrenamiento, en cada rueda de prensa, en cada partido… el buen ambiente es algo común. Jorge ha sabido trabajar un grupo unido para llegar a estar dentro de las grandes potencias mundiales.
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— Selección Española Femenina de Fútbol (@SeFutbolFem) 15 de junio de 2019
Savia nueva
Las más jóvenes de la selección han irrumpido con fuerza en este Mundial de Francia. Jorge Vilda les ha dado la oportunidad de demostrar su valía y ellas, sobre el césped, no han dudado en hacerlo. La gran benjamina del grupo, Lucía García, tiró de garra y valentía en todos los partidos que disputó. Ni Estados Unidos pudo frenar la progresión de la jugadora del Athletic.
También sus compañeras de generación Nahikari García, Patri Guijarro, Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey confirmaron las buenas sensaciones de ese futuro prometedor que tiene la selección.
Preparación
El éxito que se está cosechando en la selección femenina no es flor de un día. El rendimiento es fruto de mucho trabajo. Desde la base, el trabajo físico y técnico es brillante. Todo está cuidado al detalle.
El Mundial llevó a cabo una preparación a conciencia. España se había enfrentado a siete de las diez potencias mundiales del ranking FIFA (Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Canadá, Japón, Países Bajos y Brasil) antes de la cita mundialista.
El gran staff técnico que el equipo tiene detrás ha proyectado lo mejor de las internacionales. Todo el cuerpo, con Vilda a la cabeza, llevan un trabajo milimétrico. En cada entrenamiento utilizan las mejores tecnologías, también los partidos. Los analistas están pendiente de cada detalle para comunicárselo al banquillo. E incluso se desplazaron (también Jorge) para analizar a Estados Unidos desde Reims hasta Le Havre, tres horas y media de camino.
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— Selección Española Femenina de Fútbol (@SeFutbolFem) 22 de junio de 2019
La veteranía
No solo las más jóvenes han aportado fuerza a esta selección. La participación en el Mundial de Francia también deja muchas consolidaciones. Una de ellas, Irene Paredes. La jugadora del PSG es una de las veteranas a sus 27 años y está en plena madurez futbolísticas. Es una de las grandes líderes del equipo tanto dentro como fuera del campo. Tiró de orgullo cuando el equipo necesitó en el eje de la zaga y brilló con luz propia ante Estados Unidos. Nunca se achicó, ni en ese saque de esquina con Renard. La auténtica jefa de la defensa. También Mapi León, que pese a ser su primer Mundial, la defensa azulgrana estuvo a un nivel extraordinario.
Y si hay alguien que deslumbró con su calidad fue Jenni Hermoso. Jorge le dio esa libertad de moverse con libertad y eso nos dejó detalles de una calidad inigualable. Marta Corredera y Virginia Torrecilla son los otros nombres propios del equipo en este torneo.
Estilo de juego
El equipo siempre ha sido fiel a un estilo de juego de toque y posesión. Jorge siempre ha dejado claro que el equipo no va a renunciar a su estilo de juego esté enfrente Sudáfrica o Estados Unidos. Con pequeños cambios en el dibujo táctico, el seleccionador siempre ha dado prioridad a tener el balón.
En los entrenamientos era uno de los principales objetivos, también ensayar la fortuna de cara a portería. La selección siempre fue valiente y dio un paso al frente cuando le tocó sin renunciar a tocar en el campo contrario y buscando siempre el gol con medios asociativos.
