Con corazón y los históricos

Moscú, 25 jun .- Muchas naciones sitúan en el 14 de junio su punto de partida en el Mundial de Rusia. Ese día arrancó oficialmente la competición, con la disputa del duelo entre la selección anfitriona y la de Arabia Saudí. Al siguiente fueron Egipto, Uruguay, Marruecos, Irán, Portugal y España los que completaron la primera jornada y en fechas sucesivas todas las demás selecciones fueron cumpliendo compromisos en sus respectivos grupos.

En ese tiempo, la selección argentina también vivió su entrada en el certamen, con un empate ante Islandia; su lectura se tornó catastrofista tras la derrota ante Croacia.

Los vigentes subcampeones del mundo descompusieron todas sus capacidades y, sobre todo, su fútbol. La deriva hasta el último puesto del Grupo D -con un punto de 6-, la alarmante devaluación de su talento y la depreciación de su líder -Leo Messi- alumbraron la necesidad de consensuar una solución de urgencia.

Los jugadores se reunieron en su sede de Bronnitsy con el técnico, Jorge Sampaoli, y con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia. Determinaron aprovechar la nueva oportunidad que les concedió el torneo, dada la victoria de Nigeria -su rival este martes en San Petersburgo- ante Islandia.

"Tengo la confianza y la seguridad de que mañana Argentina empieza a vivir este Mundial de otra forma", expuso este lunes el preparador de Casilda. "Mañana tenemos que jugar la primera final de cinco", abundó para poner como meta el partido del 15 de julio en el complejo moscovita de Luzhniki.

Para poder contar cinco finales, sin embargo, la Albiceleste debe ganar la primera, ante Nigeria.

Y para ese choque piden turno "los históricos", jugadores como Javier Mascherano, Gonzalo Higuaín, Leo Messi o Ángel Di María.

"Yo no estoy dando el equipo", remarcó Sampaoli durante la rueda de prensa, "pero en el caso de que jueguen la explicación sería que es un momento muy delicado". "Sería más lógico que lo afronten jugadores con más experiencia", continuó, "pero al que le toque va a tener la obligación de dejar hasta la última gota de transpiración".

"No tenemos ninguna otra alternativa. Estoy seguro de que van a ver la mejor Argentina en este Mundial", cerró el seleccionador.

El grupo, por su parte, confía en salir reforzado de unos días de "acusaciones recíprocas", en los que jugadores y técnico hablaron "de frente", sin necesidad "ni de un teléfono ni de un mensaje".

"Se trata de arreglar las cosas por el bien del escudo que representamos", aseguró el preparador argentino.

"Vamos todos juntos unidos por ese fin", se sumó desde Instagram Javier Mascherano. "Ojalá mañana no seamos solo los 23 que estamos acá o las más de 50 personas que conforman la delegación Argentina en Rusia. Ojalá seamos los 44 millones de argentinos pateando todos hacia el mismo arco", deseó.

El '14' es el canal de comunicación entre cuerpo técnico y los 23 jugadores, decididos a tener más voz "para tratar de solucionar los problemas futbolísticos que tiene el equipo".

"Tenemos que unirnos, dar opiniones y tratar de hacer todo lo posible para que el equipo llegue con la mayor cantidad de certezas al partido", justificó el Jefecito desde Bronnitsy.

El volante, sin embargo, salió al paso de las informaciones que les acusan de querer armar el 'once'. "Se le ha puesto ese mote a esta generación y no entiendo por qué", manifestó. "La relación (con Sampaoli) es totalmente normal. Cuando sentimos una incomodidad se la planteamos. Si no, seríamos unos hipócritas", valoró.

Ajeno a este debate, por corresponder "al mundo virtual", Sampaoli pidió a la plantilla pisar el mundo real.

"El corazón. Tenemos que jugar con el corazón", afirmó.

Ese partido lo están jugando ya los hinchas argentinos. En la entrada del hotel Solo Sokos Palace, donde pernoctará el equipo, se reunieron esta tarde varios centenares de seguidores para trasladar su ánimo al equipo. Gabriel Mercado, Eduardo Salvio, Cristian Ansaldi, Marcos Rojo, Federico Fazio y Marcos Acuña, entre otros, correspondieron el apoyo con palmas, fotos y autógrafos.

"Mañana tenemos que ganar", gritó Nahuel Guzmán.