El último salvavidas para Argentina
La selección argentina dispone de su último salvavidas para evitar la eliminación del Mundial de Rusia 2018 este martes en San Petersburgo contra Nigeria, para lo que los de Lionel Messi necesitan ganar y hacerlo por un gol más que Islandia si los 'vikingos' superan a Croacia.
Ya no hay más segundas oportunidades para el combinado dirigido por Jorge Sampaoli. Ganar a Nigeria -a la que le podría valer un empate para lograr el pase a octavos- es un imperativo que podría no bastar si Islandia gana por los mismos goles que ellos a Croacia, caso en el que pasarían los islandeses, con mejor diferencia goleadora (-2 frente al -3 de Argentina).
Comandar el grupo, como pretendía, es un imposible para la Albiceleste, que con un punto de seis posibles, no solo rechazó el papel de candidato sino que ve comprometida su continuidad en un torneo en el que aspiraba a alcanzar altas cotas.
La situación es de alarmante necesidad. El técnico Jorge Sampaoli no ha sabido activar el talento que se le presupone a un grupo que cuenta con Leo Messi, Sergio Agüero, Paulo Dybala y Ángel Di María, campeones de España, Inglaterra, Italia y Francia con el Barcelona, el Manchester City, el Juventus y el Paris Saint-Germain.
Es más, todo el plantel luce apático y dubitativo ante el cambiante método del técnico de Casilda, al que los jugadores exigen llegar "con la mayor cantidad de certezas" al que para muchos puede ser su postrero envite como internacionales.
Eso pasaría por una nueva reestructuración táctica y de nombres; quizás por un vuelco hacia los veteranos. El vestuario siente que cualquiera de los vigentes subcampeones del mundo puede rebelarse contra la eliminación y liderar un nuevo arrebato, como hizo Toni Kroos para sostener en la defensa del título a Alemania.
"Yo voy a creer en estos chicos hasta el final, porque muchos de ellos me han llevado a jugar tres finales", dijo Javier Mascherano.
Para esta Argentina, sin embargo, la posibilidad de repetir en la final se presenta como improbable por los síntomas de debilidad y deterioro que ha transmitido el equipo. Ante Islandia le faltó lucidez (1-1) y ante Croacia se descompuso (3-0) tras encajar el primer gol, con el portero Willy Caballero señalado por su error y con Messi vagando ausente, falto de complicidades sobre el césped.
El '10' no se encuentra en Rusia, donde revive sus males vestido de celeste y blanco. Se le vio rabioso tras fallar un penalti que podría haber cambiado la suerte de su equipo ante Islandia; pero ante Croacia su reacción fue nerviosa e indolente.
Las emociones de Messi son las del fútbol argentino, consumido por una crisis de identidad, con ocho técnicos en los últimos diez años y un último ciclo volátil.
Ante las dificultades argentinas, la ilusión de Nigeria, que está a las puertas de disputar por cuarta vez los octavos de final de un Mundial. Las Súper Águilas ya se colocaron entre los dieciséis mejores del mundo en Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Brasil 2014, una instancia que es su techo en los Mundiales.
El triunfo ante Islandia por 2-0 dio alas al conjunto que dirige el alemán Gernot Röhr -también a los argentinos, que evitaron así la eliminación a manos de los islandeses-, quien asegura que tienen "muchas posibilidades de ganar a Argentina".
Nigeria espera contar con su capitán, el mediocentro John Obi Mikel, pese a la lesión que sufrió en una mano en el tiempo añadido del partido contra Islandia. También estará el delantero Ahmed Musa, autor de los dos goles del triunfo ante Islandia y que ha marcado a Argentina: le hizo dos en la derrota por 2-3 en Brasil 2014.
Será el quinto duelo entre Argentina y Nigeria en Mundiales, siempre en fase de grupos y siempre con triunfo sudamericano: 2-1 en Estados Unidos 1994, 1-0 en Corea y Japón 2002, 1-0 en Sudáfrica 2010 y 2-3 en Brasil 2014. La Albiceleste confía en mantener la tendencia y las Súper Águilas en romperla.